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Los hoteles Estancia Vik y Casa Flor posicionan al país en el radar del turismo de alta gama con este reconocimiento
27 de noviembre de 2025
Dos hoteles uruguayos acaban de ser destacados por la Guía Michelin por su manera de entender la hospitalidad. En una redefinición del concepto, que advierte que el nuevo lujo está dado por la experiencia, los galardonados son Estancia Vik y Casa Flor, ubicados a pocos minutos de Punta del Este. Ambos fueron distinguidos con una llave Michelin, el reconocimiento con el que la histórica guía francesa premia a los alojamientos capaces de ofrecer experiencias singulares. Estas propiedades se incorporan a una lista selecta que ya integraban Hotel Fasano y Hotel Montevideo, los primeros del país en recibir esta mención.

Estancia Vik.
La noticia posiciona nuevamente a Uruguay en el radar del turismo de alta gama, un sector que crece al ritmo de la búsqueda de experiencias auténticas y sostenibles. Ampliar la lista de hoteles reconocidos por la Guía Michelin significa consolidar una marca país asociada a la calidad, la calidez y la identidad local. Además, entre los beneficios de estar dentro de la distinción, se destaca formar parte de la plataforma oficial de la guía -disponible tanto en web como en aplicación móvil-, donde los usuarios pueden explorar, descubrir y reservar directamente cada estancia. En un mercado saturado de opciones, el sello Michelin actúa como una brújula que garantiza un alto estándar de servicio.
Desde hace más de un siglo, la Guía Michelin se ha convertido en un sinónimo de excelencia que evolucionó a un catálogo mundial de experiencias memorables con una curaduría de estilo, servicio y personalidad. En la década de 1920 incorporó los hoteles a sus recomendaciones y su selección incluye más de 7.000 alojamientos en distintos continentes, elegidos por su capacidad de ofrecer una estancia que trasciende el confort.
Cinco criterios para evaluar la excelencia
La llave Michelin es la más reciente actualización de esa tradición. Creada hace solo dos años para distinguir los hospedajes más sobresalientes, funciona como el equivalente hotelero de las célebres estrellas gastronómicas. Los inspectores de la guía evalúan a los hoteles de manera anónima y consideran cinco criterios universales: excelencia arquitectónica y de diseño interior, calidad y coherencia del servicio, personalidad y carácter, relación calidad-precio y una contribución significativa al entorno. Aunque la selección de restaurantes y hoteles se publica bajo el mismo sello, las decisiones son independientes; un hotel con llave no necesariamente alberga un restaurante con estrella.

Casa Flor.
El hotel puede recibir una, dos o tres llaves, según el nivel de excelencia alcanzado. Una llave distingue una estancia especial, con atención sobresaliente y fuerte identidad; dos llaves reconocen una experiencia excepcional, donde cada detalle está cuidado con dedicación; y la máxima categoría de tres llaves se reserva para lugares extraordinarios, capaces de convertir un viaje en un recuerdo único. Vale mencionar que las llaves Michelin no miden el lujo por el costo del hospedaje, sino por la autenticidad de la propuesta. Puede encontrarse tanto un rascacielos urbano como una antigua torre restaurada, un ryokan japonés o un refugio de montaña. Lo que los une es la coherencia entre diseño, servicio y autenticidad.
Casa Flor, La Barra
Puertas adentro de Casa Flor, el hotel boutique basado en La Barra, la noticia resultó impactante y sorpresiva, ya que ninguno de los dos socios estaba al tanto de la existencia de las llaves. "Sí sabíamos de la Guía Michelin porque formamos parte desde hace un tiempo y eso nos permitió ser aceptados en una plataforma de hotelería boutique de referencia como Tablet Hotels", advierte Alfonso de Freitas.
Junto con su socio, Juan Manuel Crosta, recibieron una notificación por mail en el cual se advertía que Casa Flor había sido preseleccionado y luego una confirmación de que finalmente recibiría una llave. Ambos recuerdan que se habían tenido en cuenta una serie de criterios muy básicos, aunque uno en especial llamó su atención. Decía algo así como que el hotel es una buena puerta de entrada al lugar en el que se inscribe.

Casa Flor.
"En el momento nos sentimos agradecidos, pero no le dimos tanta importancia. Recién cuando lo compartimos en redes sociales fuimos conscientes de lo que significaba. La repercusión fue enorme, nos empezó a llamar todo el mundo", recuerda De Freitas. Sobre lo que este logro podría impactar a futuro en la gestión del establecimiento sostiene que no tiene grandes expectativas, aunque sí es importante la validación del hotel en un selecto grupo de viajeros que encuentran en Michelin una garantía de buena hospitalidad.

Estancia Vik.
Estancia Vik, José Ignacio
Para el equipo de Vik, recibir una llave Michelin representa el reconocimiento a una forma de trabajo sostenida en el tiempo. El grupo, que también fue distinguido en su establecimiento de Chile con dos llaves, atraviesa un proceso de consolidación y mejora continua: "Nos hemos esforzado por mantener estándares altos de atención y seguir creciendo año a año en operación, mantenimiento y servicio", explica Natalia Delgado Castillo, gerenta de Marketing de Vik José Ignacio.

Estancia Vik.
Debido a que los inspectores especializados realizan la visita de forma anónima, los anfitriones uruguayos no identificaron en qué momento pudo haber sucedido, aunque sí estaban atentos al anuncio por parte de Michelin porque era un reconocimiento que esperaban. Para Delgado Castillo, el hecho de que los jurados vivan la experiencia de manera orgánica como cualquier huésped tiene un valor agregado: "Parte del encanto es que uno no se puede postular a esta lista, a diferencia de otro tipo de reconocimientos en el mercado de la hospitalidad. Esto hace que la distinción sea verdadera y sin artificios".

Estancia Vik.
En términos prácticos, tener una llave Michelin posiciona al hotel en el radar de viajeros internacionales de alta gama que confían en la guía para elegir experiencias memorables. "Para los viajeros, la llave Michelin es una garantía de una estancia única y de alta calidad, destacada por su excelencia en diseño, servicio, autenticidad y profunda conexión con el carácter distintivo de José Ignacio", advierte Delgado Castillo.
Además, desde su perspectiva, este galardón representa una llave maestra para Uruguay como destino turístico. "Es una reafirmación global de que nuestro país ofrece un nivel de servicio y hospitalidad capaz de competir con los estándares más rigurosos", lo que sirve como motor para atraer un turismo exigente que eleve la percepción del este uruguayo en el mapa mundial del sector de lujo.
Fuente: Búsqueda
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