Hotel
Un emblemático hotel de Long Beach, California, enfrenta ahora una compleja crisis financiera.
29 de diciembre de 2025
El propietario de un histórico hotel de Long Beach se declaró en quiebra. Presentó el Capítulo 11 de bancarrota para suspender sus pagos y así detener una subasta de participación por parte de los acreedores.
Breakers Mezz I debe más de 50 millones de dólares tras una renovación millonaria.
A pesar de la crisis financiera, el hotel continúa funcionando con normalidad.
La bancarrota de un legendario hotel en Long Beach
El emblemático Breakers Hotel de Long Beach, California, enfrenta ahora una compleja crisis financiera: su empresa matriz, Breakers Mezz I, LLC, presentó el Capítulo 11 de bancarrota el pasado 2 de octubre de 2025.
Esta maniobra legal, según un informe de Long Beach Watchdog, busca darle tiempo para reorganizar sus finanzas y evitar que sus acreedores, en particular X-Caliber Funding, subasten su participación en el proyecto.
El hotel, comprado originalmente por John Molina -exejecutivo de Molina Healthcare- y sus socios en 2017, fue objeto de una ambiciosa renovación para convertirse en el Fairmont Breakers Long Beach. Este plan renovador costó más de 100 millones de dólares, una cifra muy superior a los 40-60 millones estimados inicialmente, debido a los múltiples retrasos, el carácter patrimonial del edificio y el aumento de precios durante la pandemia.
Para financiar esta reforma, los promotores consiguieron 122,2 millones de dólares en 2024 mediante un paquete de préstamos puente y financiamiento limpio para energía.
Qué implica que el hotel se acoja al Capítulo 11
Al acogerse al Capítulo 11, Breakers Mezz I obtiene una moratoria legal que le impide pagar de inmediato a sus acreedores o enfrentar la venta forzosa de sus activos. Su principal objetivo es refinanciar la deuda: lograr nuevos términos con los prestamistas o encontrar un nuevo financiador que permita estabilizar el proyecto.
Según los directivos, esta no es una señal de quiebra total, sino una "herramienta financiera" para ganar tiempo. En palabras de Todd Lemmis, uno de los cofundadores de Pacific6 (la empresa detrás del proyecto): "no estamos muertos, simplemente necesitamos reorganizarnos".
Uno de los datos clave es que el hotel sigue operando con normalidad. Empleados y huéspedes pueden continuar usando las instalaciones sin interrupciones, ya que la operación diaria no se ve afectada directamente por la bancarrota.

Esto es posible porque la estructura societaria del proyecto es compleja: Breakers Development, que maneja la operación del hotel, está controlada por Breakers Mezz I, pero los arrendamientos y contratos con Fairmont (y, por ende, con la cadena Accor) permanecen vigentes.
La fascinante historia del Breakers Hotel
El Breakers es un edificio histórico: fue inaugurado en 1926 y a lo largo de los años recibió a figuras como Elizabeth Taylor, John Wayne o Clark Gable. Tras décadas como residencia asistida, fue adquirido por Pacific6 para devolverle su esplendor hotelero.
En su renovación, el proyecto apostó por un diseño de alta gama. El hotel cuenta con 185 habitaciones, restaurante, spa, terrazas y un legendario jazz club, además del famoso mirador Sky Room.
La reapertura del Breakers como un hotel de lujo fue un proceso complejo: sufrió diversos retrasos desde su planificación original para 2020, especialmente por la pandemia y el alto costo de restaurar un edificio histórico.
Ahora, tras su reapertura (finalmente en noviembre de 2024) y después de demostrar buen desempeño inicial -alrededor de un 75 % de ocupación proyectada para los próximos días, con restaurantes y club de jazz activos-, los gestores esperan que el proceso de bancarrota culmine en una reestructuración exitosa.
Fuente: Clarín
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