Argentina
3 de marzo de 2011
Deforestación, es una acción del hombre que puede parar. Sin embargo, los empresarios y los gobiernos, no ceden ante las exigencias de la población. Hay más autorizaciones y hay menor interés en disminuir la tala de los árboles. Los certificados de origen o certificados de zonas autorizadas para la explotación maderera y luego, el envió del producto certificado son más, y muchos países están utilizando esa modalidad como mascara para continuar con sus acciones regulares de aprovechamiento maderero. Y por supuesto, los países consumidores siguen la línea y no se hacen lío si la provisión es certificada.
Estamos quitando sombra a las plantas y los insectos de la tierra y, los sustratos están siendo afectados. Los animales y peces, así como las plantas tienen menos microclimas apropiados para vivir, reproducirse y mantener el ciclo regular. Los humanos, pierden condiciones ambientales para mantener el clima acorde a las temperaturas de cada piso ecológico. Las montañas, además de quedarse sin la barrera natural a vientos y lluvias; están admitiendo que las manifestaciones naturales de aire frio o caliente, afecten a las ciudades y las plantaciones cercanas a éstas.
La sensibilidad de las personas ante la protección de la naturaleza esta cediendo al conformismo oriundo de las sociedades dominadas. No todos los gobiernos están dispuestos a ser menos populares con sus financiadores de campaña y simpatizantes originales. Hay mucho interés en enfrentar el cambio climático, pero pocas ganas de hacerlo acorto plazo. La educación ambiental está detenida. Los sistemas educativos han implementado programas alternativos y en algunos países, materia curricular transversal; mas la situación es de cumplimiento y no de aplicación efectiva.
Si la comunidad de países quiere cumplir con los acuerdos de las COPs, reuniones de partes en deterioro,convocadas y fomentadas por las Naciones Unidas; no debemos permitir que la guardia baje y debemos proponernos continuar con la disminución del dióxido de carbono en las grandes y pequeñas ciudades, aplicar mayores esfuerzas para mitigar la desforestación. Incentivar la labor de los gobiernos que se esmeran en mejorar sus condiciones de sustentabilidad en su territorio; fomentar en los sistemas educativos, no solo materias de protección al medioambiente, o de conocimiento del cambio climático; sino campañas y consciencia de uso de materiales naturales con mesura, restricciones en el uso excesivo del agua,reciclado de los materiales de acuerdo a normativa supervisada por los gobiernos locales; práctica y enseñanza en núcleos escolares de técnicas de detección de elementos de contaminación en áreas donde viven; un mejor conocimiento por zonas y regiones de los efectos naturales y los efectos provocados por el hombre.
Los gobiernos, no deben dejar de mantener atención a la sociedad civil defensora del planeta y deben concertar con las industrias y empresas la conservación de los sistemas de producción saludables y la disminución en el uso de energías contaminantes. En el turismo,deberíamos obligarnos a sensibilizar a los visitantes con la conservación delmedioambiente: aire puro, agua pura y tierra fértil. (JA)
Fuente: http://www.boletin-turistico.com/blogs/arturo-crosby/item/2369-sensibilidad-ambiental