Argentina

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Lavado de vajillas.

13 de julio de 2017

 Eficiencia en el lavado de vajillas

  

Tener platos limpios y a tiempo  es el reto de cualquier restaurante o servicio de alimentación. Aunque aún muchos optan por operarios, las máquinas lavavajillas han demostrado mejor eficiencia y rendimiento.

 

Hace ya más de un siglo que se inventó el primer lavavajillas del mundo. A diferencia de los de ahora, éste era un aparato que debía accionarse manualmente. Josephine Cochrane lo presentó en la Feria Mundial de Chicago de 1893, pero esta adinerada ama de hogar no se imaginó que lo que en un principio se ingenió para que sus empleados domésticos no malograran sus porcelanas, cien años después se expandiría hacia hoteles y restaurantes, convirtiéndose en un electrodoméstico de importancia vital para el ágil y el eficaz manejo de las vajillas.

 

Este aparato es considerado como un salvavidas de los quehaceres, no sólo en el contexto industrial sino también en el ámbito residencial, gracias al ahorro eficiente del tiempo que brinda para posibilitar que la fuerza humana de trabajo se invierta en otras actividades y, entre otros beneficios, por la óptima calidad de sus funciones y la garantía que proporciona en limpieza y salubridad.

 

Para conocer las tendencias actuales que se imponen en la industria hotelera en lo que tiene que ver con el uso de este electrodoméstico, GERENCIA DE HOTELES conversó con tres expertos en el tema de lavavajillas, quienes además ofrecieron para los lectores las mejores recomendaciones al momento de elegir un equipo como este, mencionaron las ventajas de las diferentes tecnologías y resolvieron las dudas sobre cuáles deben ser los usos y los cuidados más adecuados.

 

Más que presupuesto

 

Adquirir un lavavajillas es una inversión que precisa tener en consideración varios puntos concretos, entre ellos, el espacio del que se disponga para la instalación de la máquina, pues suelen ser equipos de gran tamaño. Con este factor viene el de la apariencia, el cual tiene que ver con el diseño y el aspecto del equipo que se desee; hay que establecer el nivel de producción que se necesite diariamente, esto habla de tener claro la cantidad de utensilios que se deben lavar y con qué frecuencia, con el objetivo definir el tipo de máquina más adecuado. Y finalmente, es necesario conocer el presupuesto que se invertirá.

 

Tal y como lo explica el ingeniero Rafael Aguilar, de la compañía Lavavajillas Torrey, “ las máquinas están estandarizadas, son cestos de 35, 40 y 50 centímetros, cada uno fabricado para diferentes necesidades de espacio y producción. Los lavavajillas industriales potencian todas sus funciones para poder acortar el tiempo de lavado y garantizar resultados de trabajo perfectos. Estamos hablando de máquinas resistentes al uso continuado y de carga, de construcción robusta y ergonómica, que permiten que un empleado maximice su jornada laboral”.

 

Aguilar agregó que “los lavavajillas que se fabrican en versión de cesto fijo tienen una producción entre 1.000 y 1.200 platos hora. Y con los que son de cesto arrastrado tipo túnel podemos llegar hasta 4.400 platos hora”.

 

Para Francisco Machado, de la empresa especializada en electrodomésticos industriales Fragor Industrial, este tipo de equipos tienen varias categorías y cada una depende del uso que se le de a la máquina: “Podemos dividir los lavavajillas con base en la producción que pueden dar. Hay lavavajillas bajo mostrador, dirigidos sobre todo a bares; de capota y compactos de arrastre, dirigidos a restaurantes y hoteles; de arrastre modular y de cinta, especializados en grandes catering y hospitales, entre otros. Todos ellos están fabricados con acero inoxidable”.

 

Un asunto de limpieza

 

Machado asegura que “además de racionalizar la producción y mejorar muchísimo la productividad, el uso del lavavajillas garantiza una higienización total de la vajilla. Y más allá, se consigue asegurar un lavado óptimo de todos los utensilios, la cristalería y la cubertería del establecimiento. Si estamos hablando de lavavajillas para uso en restaurantes u hoteles, los más utilizados son los de capota o los de arrastre compacto, la razón principal es que dan una gran productividad y ocupan poco espacio”.

 

En el sector industrial, en mercados como el gastronómico y el hotelero, son infinitas las ventajas de tener un lavavajillas. Según Cristina Cortés, de la empresa Equipándose, este equipo “le garantiza al cliente comer o beber en un plato o un vaso 100% sanitizado; elimina la posibilidad de contagio por algún virus que se haya quedado en el vaso de algún cliente enfermo; una buena máquina ahorra cerca del 50% del consumo de agua, energía eléctrica, detergente y abrillantador, lo cual hace que los costos de operación se reduzcan”

 

El ingeniero Aguilar agrega que “los beneficios son varios y van desde el económico, el ahorro de personal y la versatilidad del lavavajillas, la disminución de roturas de los utensilios, la economía en la cantidad de detergentes por ciclo y la disminución en el consumo de agua. Aseguramos el perfecto acabado para ofrecer a nuestros clientes una vajilla en perfectas condiciones tanto estéticas como higiénicas ya que el lavado a alta temperatura asegura las esterilización de la vajilla aportando niveles de alta calidad a nuestro negocio”.

 

Para destacar

 

¿Y la ecología?

 

La fabricación y el uso del lavavajillas no son ajenos a la tendencia mundial de producir maquinaria y ejecutar procesos amigables con el medio ambiente. Por esta razón cada vez más las empresas fabricantes y las comercializadoras recomiendan la utilización de este tipo de equipos. En ese sentido, muchas son las innovaciones que se han implementado, desde la reducción del consumo de agua y energía y el consumo de químicos, hasta la reducción de contaminación auditiva. 

 

Máquinas fabricadas con doble pared y aislamiento, hacen que se reduzca de manera drástica la contaminación acústica, bajando el ruido en un 50%. Otros equipos ofrecen la posibilidad de controlar termostáticamente los consumos de agua y de energía, lo cual sería imposible en un lavado manual. Los expertos recomiendan que para que este ahorro sea verdaderamente significativo el lavavajillas debe ponerse en funcionamiento con el cupo completo.

 

Es así como los lavavajillas van avanzando y le han agregado beneficios a lo que tenía como objetivo inicial de cuidar roturas de las lozas y los utensilios. Han innovado y aprovechado el crecimiento tecnológico para ofrecerles a los usuarios, ya sea residenciales o industriales, del sector gastronómico o el hotelero, toda la garantía en limpieza, sanidad y ahorro en todos los sentidos: de agua, de energía y sobre todo de tiempo.

  

Fuente:Gerencia de hoteles