Argentina
29 de abril de 2020
En un mundo en el que la conectividad es cada vez más apreciada y la digitalización se extiende a una velocidad vertiginosa, los hoteles no pueden dejar pasar la oportunidad de asentarse en el mercado. En este contexto, convertir un alojamiento en un IoT hotel se antoja una innovación necesaria.
Son muchas las empresas del sector que se esfuerzan por aguantar pero la clave de la supervivencia está en afrontar grandes inversiones para incorporar las nuevas tecnologías a los hospedajes.
Los profesionales verán un gasto muy elevado sin contrapartida inmediata, pero aquellos empresarios que vayan un poco más allá, que tengan algo de visionarios en su ADN, comprenderán que sumar tecnologías como la inteligencia artificial y el internet de las cosas y apostar por un IoT hotel va a ser lo que refuerce sus ganancias a medio y largo plazo.
Un antiguo informe de HOSPA (Hospitality Finance, Revenue and IT Professionals) anunciaba que en 2020 habría nueve dispositivos electrónicos conectado a internet por persona. El punto de partida, en 2013, era de un dispositivo por cada individuo.
El futuro ha llegado y muchas cadenas hoteleras han empezado a hacer sus deberes con los nuevos o los más emblemáticos establecimientos, pero según los expertos un buen número de empresarios del sector todavía no ha apostado al 100% y sin fisuras por incorporar el internet de las cosas a su negocio.
Hoy alrededor de unos 250 aparatos o cosas se conectan cada segundo. Si se quiere aprovechar su potencial y, si se sabe gestionar, el internet de las cosas tendrá un impacto importante en las industrias hotelera y turística.
La tecnología IoT (por sus siglas en inglés de Internet of Things), también conocida como el Internet de las Cosas, lleva años circulando. Pero no todo el mundo conoce los orígenes de este sistema que debería revolucionar la forma de concebir un hotel. Se trata de un concepto que hace referencia a una interconexión digital de objetos cotidianos con internet.
La primera vez que se empleó de manera pública la expresión Internet of Things (IoT) fue en 2009 y el honor le correspondió al profesor del MIT Kevin Ashton. El docente aseguró que en los círculos de investigación ya se venía analizando el asunto desde unos años antes.
La adaptación de los hoteles a ese futuro pasa por la inteligencia artificial pero también por incorporar a su estructura la tecnología IoT. Incluso las grandes organizaciones están trabajando en este sentido. El Instituto Tecnológico Hotelero tiene en marcha desde hace algún tiempo el proyecto Techyhotel Project 2019.
Se trata de un estudio sobre la implantación y uso de la tecnología en el sector hotelero que parece fundamental para saber en qué punto está el mercado.
Con el turista más tradicional en peligro de extinción hay que lograr adaptarse a los nuevos clientes, los que desean que sus hospedajes les aporten nuevas experiencias de valor. Dentro de este perfil de público al que se debe dirigir el hotelero no importa tanto el gasto como el confort o las facilidades que se aportan durante una estancia.
Aún sin contar con el estudio profesional cerrado, se sabe a ciencia cierta que muchos hospedajes mantienen sus estrategias de trabajo antiguas intactas y es clave que el sector asuma cuanto antes que hay que dedicar fondos a invertir en el IoT hotel. Destinar dinero a que los hoteles se sumen a este hito tecnológico es básico para no perder huéspedes ni calidad y acabar en la quiebra.
No se debe enfocar la adaptación de las instalaciones como si fueran un gasto sino como una inversión con dos beneficiarios claros: el empresario y el cliente. Y digitalizar un negocio de este tipo no significa renunciar al trato personal, incluso se podría decir que ocurrirá lo contrario. Esa relación de los trabajadores con los huéspedes será más especializada.
Esta transformación debe ir de la mano de personas y sentimientos, porque nos olvidamos con mucha frecuencia del componente humano en medio de tanto artilugio e invadidos por datos que muchas veces no tenemos tiempo de analizar, defiende el presidente de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal.
Adoptar la firma decisión de hacer una inversión en hoteles y acometer las obras correspondientes genera ciertas reticencias pero los especialistas en gestión hotelera saben que es preciso. Los resultados de la migración del modelo actual al IoT hotel se dejarán notar muy pronto. La tecnología va a permitir tener un ahorro de tiempo y dinero en múltiples vertientes.
La eficiencia sería la palabra ligada al cambio. Atendiendo al discurso de algunos expertos, el internet de las cosas contribuirá a reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en un 20% en diez años.
Eso puede revertir en la cuenta de ingresos de un negocio de este estilo con bonos de la administración. Sin embargo, hay que pensar más en el ahorro de costes.
Si todo el hospedaje está monitorizado por este internet de las cosas de turismo, el propio sistema bajará la intensidad lumínica cuando no haya clientes en una estancia, regulará la temperatura de aquellos cuartos que estén libres y optimizará el tiempo de los trabajadores. ¿Cómo? El frigorífico o el minibar serán los que adviertan de que se están quedando sin existencias de algún producto con un simple mensaje al móvil del responsable de departamento.
El empresario también puede ahorrarse mucho dinero en publicidad ya que su hotel avisaría a los potenciales clientes a través de los dispositivos tecnológicos sin que medie ningún gasto. Por no enumerar todas las ventajas directas para el o los inversores, el foco también puede estar en el aprovechamiento de las técnicas de Big Data. Si se memorizan los datos de los turistas se le podrá brindar un servicio más personal.
De ello se puede sacar rendimiento, por ejemplo, haciéndole ofertas de estancias cuando es temporada baja u ofreciéndole extras como servicios de restaurante, gimnasio o planificación de eventos. Además, se realizarán mantenimientos y reparaciones predictivas demandadas por los propios aparatos.
El futuro IoT hotel aportará beneficios también de la manera más tradicional. Dado que los huéspedes son cada vez más exigentes y pagan más por experiencias que solo por dormir, el internet de las cosas será un gran aliado. El cliente desarrollará su propia gestión hotelera.
Puede verse así porque será él el que regule la temperatura de su habitación, cómo de caliente sale el agua de los grifos o a qué hora quiere que se enciendan las luces y se apague el televisor. Todo con acciones simples. Tampoco tendrá que preocuparse de dónde ha guardado la llave porque se le enviará al teléfono móvil o el dispositivo que lleve encima.
Grupos internacionales como Marriott o Wynn están probando la tecnología con altavoces inteligentes instalados en las habitaciones y la tecnología wearable a través de relojes y gafas, que permitirá el reconocimiento facial de los ocupantes para recordar sus bebidas favoritas, a qué hora quieren que los despierten Las posibilidades son infinitas.
Este beneficio para el consumidor debe de ser visto como una estrategia a medio y largo plazo muy buena. Si el cliente está contento será fiel a su IoT hotel de referencia y, como añadido, se convertirá en uno de sus principales prescriptores para otra gente.
Hay que atreverse con la inversión, si es necesario con especialistas en gestión hotelera, para ver cómo van llegando todas las buenas noticias. Si buscas asesoramiento para tu inversión hotelera, en IHCS encontrarás el aliado perfecto. ¡Contacta con nosotros!