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Hotelería: un nuevo horizonte para el negocio on demand

19 de marzo de 2020






Dos movimientos se desarrollan hoy en el mundo del streaming. Por un lado, empresas de medios que buscan comprar alguna plataforma establecida para poder entrar en carrera. Por otro, la distribución del servicio en lugares clave. La estrategia de vender directamente al consumidor, donde Netflix sacó ventaja y a la que se suman Disney, Apple, Warner y NBC, entre otras, con sus propias plataformas, implica una fuerte instalación de marca.





Todas las mencionadas son sumamente conocidas. Pero hay otro negocio con sistemas menos conocidos -muchos de ellos accesibles en la Argentina- que se manejan bajo publicidad.





El usuario elige qué ver de una base amplia y, cada cierta cantidad de minutos, tiene algún video publicitario (aquí es notable para los usuarios de YouTube, por ejemplo). Sin embargo, es un buen negocio establecer la plataforma como sistema por defecto de entretenimiento en, por ejemplo, hoteles.





Es el acuerdo al que llegó Tubi, firma a la que en nuestro país se puede acceder, con una biblioteca de más de 20.000 contenidos soportada por publicidad. Según informa una nota de Todd Spangler en Variety, la firma será la alternativa on demand de los televisores en 30.000 habitaciones de hotel, en principio en los Estados Unidos. En un país donde el viaje es muy frecuente, resulta una estrategia interesante.





Por otro lado, la firma fue noticia la semana pasada cuando Fox Corp., el remanente de Fox que quedó fuera de la adquisición megamillonaria que cerrara Disney en 2019, anunció su intención de comprarla por u$ 500 millones, aunque aún las negociaciones siguen su curso. De ser así, lo que hoy es solo una empresa de medios periodísticos, deportes y emisoras estaduales, pondría un pie en la distribución a la carta de contenidos. Un trato como el reciente con los hoteles -de firmas importantes como Hyatt, Accor o Crowne Plaza -presentes, además, en casi todo el mundo-, le sube el precio. Por otro lado, Tubi tiene pensado invertir más de u$ 100 millones en ampliar su biblioteca.





El vértigo de estas inversiones y adquisiciones permite ver de manera muy clara que el negocio del streaming es el centro absoluto del audiovisual. Considerando la pérdida constante de espectadores del broadcasting tradicional, es imperioso para los grandes jugadores del mercado afianzarse en la distribución a la carta. Para poner un número a estas cuestiones: en la Argentina, el promedio de rating anual de todos los canales de televisión en 2012 fue de unos 32 puntos de rating; en 2019, de 21. En siete años, considerando 200.000 espectadores por punto en un mercado que, por densidad demográfica, sigue siendo chico, se perdieron dos millones de televidentes, especialmente en las franjas etarias más jóvenes, que optan por la PC en lugar del televisor. En los EE.UU. el porcentaje es menor, pero también el desplazamiento al on demand es constante.





Un negocio como el de los hoteles es grande, por cierto. Pero el beneficio no es solo conseguir usuarios sino, sobre todo, instalar la marca en la experiencia de los usuarios. Esta clase de tratos va a ser cada vez más frecuente, y no solo en los Estados Unidos.