Argentina
25 de febrero de 2013
Cambio de paradigma en el consumo de turismo
La palabra veraneo puede ser ya una antigüedad: quienes se tomaban el descanso anual por lo general en un escenario que tendían a repetir lo han cambiado por una constelación de viajes más cortos a una variedad de destinos. La ley de ordenamiento de feriados influyó decisivamente en la formación de ese viajero infiel, pero también la tracción de nuevos productos en la oferta y el poder viral de las redes sociales (hoy por hoy, los grandes recomendadores de destinos y salidas).
Ese retrato emerge de un Perfil del nuevo turista argentino que viaja por el país que la Cámara Argentina del Turismo (CAT) elaboró con los datos recibidos de sus asociados cámaras de agencias de viajes, hoteles, aerolíneas y otros proveedores durante 2011 y 2012.
Ese viajero que fragmenta sus vacaciones, es más sensible a precio (está a la caza de descuentos, promociones, oportunidades, cuotas) y es un buscador intensivo de información y opiniones en Internet, dice el informe.
Como para ratificar ese diagnóstico, el carnaval mostró este mes que se ha convertido en nuevo polo de mini vacaciones, casi a la par de la Semana Santa en número de turistas. Desde Jujuy a la Patagonia, los 190 destinos con festejos reportaron ocupaciones hoteleras del 80%.
La proliferación de feriados contribuye decisivamente al cambio de hábitos: dieron al pasajero previsibilidad para planear, dice Oscar Ghezzi, presidente de la CAT. Los destinos, por su parte, se beneficiaron con la desestacionalización.
También la oferta de destinos ayuda. Antes no había rutas del vino. El Norte en verano no se concebía y ahora se instaló (ayudado por nuevas comodidades de refrigeración y piletas);emergió Tafí del Valle, ejemplifica Ghezzi.
Iguazú, como otros destinos visitables en pocos días, es uno de los ganadores de esa tendencia. En un momento en que la llegada de extranjeros al país decrece (hubo un retroceso del 10% el año pasado) Calafate e Iguazú se están amigando con el turismo interno, dijeron operadores del mercado. Según la CAT, el turismo interno explica el 80% de todas las llegadas en la Argentina ¿Los antiguos dioses tutelares de las vacaciones, Mar del Plata y sus lobos marinos, son los damnificados en esta tendencia? Si bien enero bajó respecto del pasado hay que computar un diciembre notable, con los dos fines de semana de las Fiestas. Y diciembre antes no existía, dice Ghezzi. Según el empresario, los destinos dela Costa fueron los que más lucharon para que se cortara la estacionalidad.
Adiestrados en la flamante ingeniería de combinar fines de semana largos con fracciones de la licencia anual, los argentinos no sólo viajan tierra adentro. Esos períodos de diez días elevan la demanda a playas de Brasil y otros destinos que no requieren vuelos largos, explica Pablo Aperio, gerente general de TTS viajes, una agencia con cuatro sucursales en Buenos Aires, GBA y Rosario.
Las llegadas a destinos turísticos argentinos subieron 8,6% en 2012 respecto del 2011; pero en fines de semana largos subieron más que el promedio: 25%, según cifras de la CAT. El gasto de los argentinos en tickets aéreos domésticos subió un 30% en 2012 (la cifra incluye alzas de precios) y en tickets al exterior, un 25%, en las ventas procesadas a través de IATA, Asociación Internacional de Líneas Aéreas.
Si bien la intensificación del turismo doméstico está en línea con el crecimiento motorizado por el consumo que caracteriza a la actual orientación de la política económica, los fines de semana alargados no son una bendición universal. Dentro del propio sector turístico y gastronómico, los segmentos de gastronomía y entretenimiento de las ciudades grandes pierden clientela en las seguidillas de feriados.
FUENTE: ieco.clarin.com