Argentina
8 de septiembre de 2011
Huella Ecológica
Cómo usamos la huella ecológica en Responsible Hotels
La huella ecológica es un indicador para medir el impacto ambiental de una determinada actividad, producto o servicio. Es uno de los cuatro grandes atributos que utilizamos en nuestro sistema para valorar el grado de responsabilidad de los alojamientos.
La principal ventaja de este indicador es su carácter único y cuantitativo, lo que hace que sea fácil de entender, manejar y que sirva a su vez, como elemento de intercomparación de unos establecimientos con otros.
Para el cálculo de la huella se parte de tres premisas básicas:
Para producir cualquier producto, se necesita un flujo de materiales y energía producidos por sistemas ecológicos o ecosistemas.
Se necesitan sistemas ecológicos para reabsorber los residuos generados.
Ocupamos espacio con infraestructuras, viviendas, equipamientos reduciendo así las superficies de ecosistemas productivos.
Se expresa en unidades de superficie (Hectáreas o m2) de terreno productivo (ecosistema) y para el cálculo, es necesario tener en cuenta todos estos elementos (flujos de materia y energía) de manera cuantitativa y una metodología de conversión basada en el mejor conocimiento de los ecosistemas y las relaciones de los elementos naturales que los componen.
Los consumos energéticos de un hotel significan aproximadamente el 90-95% del total de su huella ecológica
La huella ecológica, por tanto, dependerá de las variables que influyen en dichos consumos energéticos y de aquellas otras variables relacionadas directamente con la arquitectura y con la gestión del establecimiento, esto es desde la ubicación geográfica y clima asociado, hasta de las instalaciones, servicios prestados, materiales constructivos o política de gestión de compras y ambiental.
Tras los estudios realizados por Responsible Hotels, solo los consumos energéticos de un hotel aportan aproximadamente el 90-95% del total de la huella, por lo que a nivel práctico, un establecimiento se puede aproximar mucho a su huella real con disponer de controles y monitorizaciones periódicas de sus consumos energéticos (incluido el agua). Será actuando sobre ellos, como podrá encontrar las mejores vías para reducir su impacto en el medio ambiente.
De este modo, la huella ecológica se presenta como un indicador clave que resulta de gran fiabilidad, sobre las ostenibilidad de la empresa. La cantidad de naturaleza necesaria para mantener el estilo de vida actual ha aumentado hasta un nivel insostenible. En otras palabras, estamos tomando más de lo que la naturaleza nos puede dar, y en este sentido, la huella ecológica se impone como un indicador adecuado para gestionar de manera eficiente dicho aspecto.