Argentina
20 de marzo de 2014
¿Llevarse la cama del hotel es robar o tener buen gusto?
En un post anterior preguntaba si llevarse el albornoz de los hoteles era robar. Hoy propongo que os llevéis a casa el colchón, las sábanas y hasta las almohadas, como Katy Perry. Si os da apuro, pensad que es lo que hacen muchos clientes de hoteles de cinco estrellas tras comprobar que son más cómodos que los de sus dormitorios. Si queréis saber cómo, seguid leyendo.
Lechos celestiales
La cadena Westin Hotels & Resorts, del grupo hotelero Starwood, decidió en 1999 renovar sus habitaciones con las Heavenly Beds (camas celestiales), suntuosos lechos de diseño que arropan al viajero fatigado entre varias capas de sábanas frescas de algodón egipcio, edredón de plumón hipoalergénico y grandes almohadas de plumón de ganso, todo en blanco, como si uno se acostase en una nube, haciendo del confort en las habitaciones su principal imagen de marca.
En su búsqueda de la cama perfecta, estudiaron y compararon durante un año más de 50 modelos de 35 marcas de hoteles de lujo y hoteles boutique de todo el mundo.
La iniciativa nació a raíz de un sondeo realizado por esta cadena entre 600 hombres y mujeres de negocios norteamericanos que reveló que la mayoría de los encuestados consideraba el descanso como el servicio más importante de un hotel, y la cama, su mayor atractivo. En la encuesta, más de la mitad reconoció que habitualmente sufría de insomnio en los hoteles. No es de extrañar: hay camas de hotel que te tragan como arenas movedizas, camas con sábanas como mantas zamoranas, camas duras, camas muy duras, camas olorosas (no confundir con perfumadas), camas de muelles que harían las delicias de un faquir
La demanda de camas más confortables ha arrastrado a la guerra de almohadas a otras cadenas con clientela de negocios. Es el caso de Sheraton Hotels & Resorts, también del Grupo Starwood, que invirtió más de 40 millones de euros para renovar su imagen de marca con el programa Sweet Sleeper Bed (cama dulces sueños).
Radisson, de Carlson Hotels Worldwide, encargó a la empresa canadiense Select Confort la fabricación de 90.000 colchones de firmeza variable para sus 423 hoteles de todo el mundo. Las camas, que reciben el nombre de Sleep Number, funcionan con un sistema de cámaras de aire que permiten ajustar la dureza del colchón, desde uno hasta cien, a la medida de cada persona mediante un mando regulable.
Muchos hoteles españoles también han sustituido los lechos estándar por camas de 2×2 metros, e incorporan carta de almohadas y otros refinamientos en sus habitaciones de gama más alta. Cadenas como NH, Paradores, Sol Meliá o Vinnci , por ejemplo, disponen de un menú con más de una decena de modelos de almohadas de tamaños, tejidos, formas y grados de dureza diferentes.
El hotel en casa
No os durmáis y seguid leyendo. Los colchones especiales y los refinados complementos de cama y baño que los acompañan han impulsado un negocio paralelo entre las cadenas de hoteles de alta gama: el de la venta de los productos que los huéspedes encuentran en las habitaciones.
Las Heavenly Beds, por ejemplo, tuvieron tanto éxito entre los huéspedes de Westin que empezaron a venderlas por Internet, completamente equipadas, por unos 2.100 euros. En los primeros cinco años vendieron más de 4.000 camas. Su catálogo también incluye toallas, almohadas, sábanas, albornoces y Heavenly Dog Beds, camas para perros.
Los colchones y robustos canapés de las camas instaladas en los hoteles Sofitel también se venden en la boutique de la cadena, junto con otras amenities de sus habitaciones.
También ha optado por vender sus camas Sol Meliá, para quien Flex diseñó especialmente el sistema de descanso DreaMax.
Charlas de almohada
Un sueño reparador y gratificante depende en gran medida de la calidad del colchón, pero también de la suavidad y confort de la almohada. Muchos hoteles ofrecen una carta de almohadas realizadas en distintos materiales y formas para que el cliente elija las que mejor se adaptan a sus gustos. Junto al nombre de cada almohada se especifican sus características: materiales de fabricación, tipo de funda, relleno, firmeza, tacto, altura y otras propiedades especiales.
La cadena estadounidense Conrad Hotels & Resorts dispone de una de las cartas de almohadas más extensas, con más de 75 modelos diferentes que varían en cada alojamiento. El Conrad de Chicago, por ejemplo ofrece a las parejas que se alojan en él la almohada Romance, aromatizada con vetivert, pachuli, ylang y madera de sándalo, todas ellas esencias supuestamente afrodisiacas.
Entre los establecimientos que más se desvelan por mejorar el descanso de sus huéspedes se encuentra el hotel The Benjamin en Manhattan, Nueva York, la ciudad que nunca duerme.
Su Sleep Program incluye una carta de 12 almohadas, servicio de sleep concierge (mayordomo de sueño), leche caliente con galletas en la habitación, infusiones y sales de baño relajantes y hasta un seguro de sueño que garantiza una noche gratis de estancia si a pesar de todos esos mimos no se concilia el sueño.
La revista de viajes Condé Nast Traveler lo incluye en un Top 10 de las mejores camas del mundo, junto a otros hoteles con lechos singulares como el Loisaba Wildernes, en Kenia, con habitaciones al raso para dormirse arrullados por los sonidos de la sabana o contando elefantes en lugar de ovejitas.
O como el One By The Five, un hotel boutique en el centro de París donde las camas parecen suspendidas en el aire, como nubes.
No sin mi osito.
En los hoteles de Travelodge, un sello de bajo coste con presencia el Reino Unido, Irlanda y España, se ofrece a los huéspedes la posibilidad de dormir con una almohada con brazos que ayuda a conciliar más fácilmente el sueño a quienes viajan solos pero acostumbran a dormir en pareja o echan de menos a su osito de peluche.
La idea, bautizada como Cuddillow (del inglés cuddling pillow, algo así como almohada que abraza), nació tras una encuesta realizada entre 2.000 viajeros y viajeras solitarios: el 63% confesó que necesitaban que les achuchasen para poder dormir bien. El servicio es gratuito. Esta cadena, que se ha ganado cierta fama en Reino Unido por cuidar los detalles que garantizan un sueño reconfortante, también ofrece a su clientela la posibilidad de descargarse a través de su web varias grabaciones, realizadas por terapeutas especializados, que ayudan a relajarse.
Y en el Eurostars Grand Marina Hotel de Barcelona, de la cadena Hotusa, es posible pasar la noche con Rita Hayworth, Ava Gardner, Lauren Bacall, Sofia Loren o Marilyn Monroe, que es como han bautizado los cinco modelos de su carta de almohadas.
Aunque yo preferiría que me arropase Veronica Lake.
Fuente: http://blogs.elpais.com/viajero-astuto/2011/09/llevarse-la-cama-del-hotel-es-robar-o-tener-buen-gusto-.html