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5 cárceles reconvertidas en hotel en las que puedes dormir (una es española)

Estos edificios han pasado de alojar a presos a ser alojamientos muy demandados por los turistas.

15 de mayo de 2023

Dormir en la cárcel no es tan malo como suena. En muchos rincones del mundo podemos encontrar antiguas prisiones que se han transformado por completo y ahora son hoteles con todas las comodidades necesarias. Así, tras un levado de imagen, se han transformado en alojamientos muy demandados por los turistas.


Långholmen Hotell (Estocolmo, Suecia)

En plena ciudad de Estocolmo se encuentra esta prisión que cerró sus puertas en 1975 y que volvió a abrirlas en 1989 convertida en hotel. Se encuentra rodeado de naturales y los inquilinos pueden sumergirse en la historia del complejo gracias a un completo museo en el lugar. (Foto: Hotel Langholmen).Långholmen Hotell.Hotel Langholmen


En la isla de Långholmen, una de las tantas que forman Estocolmo, se encuentra un curioso hotel que desde el siglo XVII hasta 1975 fue una prisión. Lejos de dejar ese pasado atrás, el alojamiento ha sabido aprovecharlo, de hecho aquí las estancias no se llaman habitaciones, sino celdas y están repartidas a lo largo de la típica galería carcelaria. Además, cuenta con un museo con objetos y documentos reales de la época carcelaria. Eso sí, las comodidades y servicios sí son las de un hotel normal.


Hotel Wilmina (Berlín, Alemania)


Antes y después de la cárcel alemana convertida en hotel.El antes y el después del Hotel Wilmina.Hotel Wilmina

En el distrito de Charlottenburg de la capital germana se erige el Hotel Wilmina, un elegante alojamiento cuyo pasado nadie adivinaría a simple vista. Estas instalaciones fueron una cárcel de mujeres, que data del año data de 1896. Por otra parte, el patio de la prisión original se ha convertido en un restaurante y el juzgado penal ahora es un espacio de galería. Además, aún se conserva una celda en su estado original que también se puede visitar.


Van der Valk Hotel Het Arresthuis (Roermond, Países Bajos)


Durante décadas fue un centro de detención, pero en el año 2000 el lugar fue desocupado, tras construirse una nueva prisión. En 2009 se adecuó este lugar para convertirse en un lujoso hotel con un impresionante restaurante, salas de juntas e incluso spa. (Foto: Facebook/Het Arresthuis).Van der Valk Hotel Het Arresthuis.Facebook/Het Arresthuis

En los Países Bajos, la falta de presos ha hecho que muchas cárceles tengan que reconvertirse y adoptar otras funciones. Ejemplo de ello es el Van der Valk Hotel Het Arresthuis, una antigua prisión de siglo XIX que a día de hoy es un curioso hotel con 40 habitaciones. El alojamiento aún cuenta con una galería que nos evoca una cárcel, pero también otras instalaciones más propias de un hotel como un moderno bar y un restaurante con platos gourmet de cocina internacional.


The Liberty Hotel (Boston, Estados Unidos)


Este hotel de Boston ha sufrido un gran lavado de cara. Ha pasado de acoger a algunos de los criminales más peligrosos a convertirse en un hotel de diseño con boutiques y restaurantes, ideal para los turistas más exigentes. (Foto: The Liberty Hotel).The Liberty Hotel.The Liberty Hotel

Rebautizado bajo el nombre The Liberty, este hotel de Boston ha pasado de acoger a algunos de los criminales más peligrosos del país a ser un moderno alojamiento que combina historia y sofisticación. El edificio fue construido en 1851 como cárcel y recientemente ha sido restaurando para acoger 298 habitaciones y cinco espacios de comidas y bebidas.


Parador de San Marcos (León, España)


El convento de San Marcos es una de las joyas de la arquitectura de León. En él se localiza el Parador de León, que dispone de 51 habitaciones y diversos salones de eventos.Parador de San Marcos.Paradores

El Parador de León, Hostal San Marcos, es uno de los edificios más importantes del renacimiento español. Este se construyó originalmente en el siglo XII para hospedar a los peregrinos del Camino de Santiago. Sin embargo, el edificio de estilo gótico-plateresco que ha llegado a nuestros días se erigió en el siglo XVI. En XVII, se convirtió en una cárcel y su prisionero más ilustre fue Francisco de Quevedo. A día de hoy, esta joya arquitectónica es un magnífico Parador con 51 habitaciones.

Fuente: 20 Minutos