La feliz frase pertenece a Yael Bern, una experta en marketing y publicista panameña que ha logrado sintetizar en dos palabras el auténtico sentido de la motivación que propone el Branding , proceso entendido como la construcción de una marca.

El término inglés brand , ausente aún en el diccionario de la RAE, proviene de “brandr” que significa marcar con fuego en un antiguo dialecto nórdico .Y de eso se trata , de dejar una huella profunda e imborrable capaz de resistir todos los embates que el tiempo propone , de superar todas las crisis , de impactar fuertemente en el comportamiento de los clientes

Una marca representa los rasgos identificativos de una empresa, su esencia . su carácter , y los valores que representa .La percepción del huésped hace el resto al decodificar el mensaje que recibe a través de los productos y de los servicios que registra y que luego consume .

La marca no es sólo el resultado de una frase inspiracional, ni de una estrategia comercial. Es el desafío cotidiano que obliga a sentarse en torno a una mesa para preguntarse una y otra vez quienes somos ? qué hacemos ? cómo lo hacemos ? para quién lo hacemos ? porqué lo hacemos ?

El dilema vuelve a ser de hierro : marcar o ser marcado. Si no se encuentran respuestas consensuadas a esos interrogantes , si no se define puertas adentro la identidad del hotel la opinión de los competidores se impondrá inexorablemente.

En tiempos como los que atravesamos signados por la homogenización la unificación de conceptos y de criterios sólo nos queda la marca, el principal elemento de identificación y de diferenciación en relación con la competencia .

En coincidencia con el significado de la marca la cultura se aprende, se construye se comparte y además se transmite, se irradia. También ella envuelve, cobija , protege. Ambos conceptos , cultura y marca , cristalizan el proceso espontáneo que emerge de un constante ejercicio de reflexión , de lectura profunda, de mirada distante y de análisis certero.

En un tiempo signado por la homogenización creciente de los mercados y por la prevalencia de la oferta la innovación , lo distinto se vuelve irresistible y por lo tanto se torna más rentable. Los hoteles hoy más que nunca están entonces obligados a redefinir su cultura organizacional para que esa filosofía no sea sólo un propósito sino para que sea realmente percibida y adquirida.

Justamente El Libro de Mi Hotel ayuda a comprender las historias asociadas a esos nombres ya instalados e invita a amarlos , a reconocerlos como propios .Y una buena marca como un gran amor no se olvida nunca, ni siquiera cuando ha desaparecido de las marquesinas o delos catálogos .

Al igual que en el ámbito de los afectos la honestidad, la transparencia, la credibilidad y la reciprocidad son atributos que no pueden estar ausentes si el objetivo es perdurar e a lo largo del tiempo.

A riesgo de ser reiterativos vale la pena citar otras palabras de la misma autora : “el mundo será de los apasionados y entusiasmados que dejan huellas: gente que no sólo tenga valor para vivir su singularidad, sino que pueda aportar valor con lo que hace y transformar la vida de aquellos que les rodean"