Turismo
De un hotel histórico con vistas al Cervino a un chalet de madera en mitad de la nieve para salir de casa con los esquís puestos y hasta un todo incluido que emula un idílico pueblo de montaña. Algunas pistas para un invierno en los Alpes, meca del esquí alpino.
23 de enero de 2024
Fundado en 2018 por amantes de la montaña y el esquí, el grupo hotelero Les Etincelles cuenta con un catálogo de alojamientos en la nieve capaz de poner los dientes muy largos a cualquier esquiador que se precie. Tienen en común que se ubican en los Alpes franceses, cuna del esquí alpino, y que todos están perfectamente integrados en el entorno, pero a partir de aquí podemos encontrar desde alojamientos con habitaciones familiares a pequeños chalets de lujo pasando por residencias para ir con amigos. Pongamos ejemplos: con vistas al Mont Blanc, el hotel Taj-I Mah se alza sobre la nieve de la estación de Les Arc, parte del privilegiado dominio de Paradiski con la friolera de 425 kilómetros esquiables. Con enormes ventanales a este paraíso blanco, cuenta además con un spa y tratamientos de belleza de la marca Valmont (desde 250 euros/noche).
Con vistas al Mont Blanc, el hotel Taj-I Mah está ubicado en la estación de esquí francesa de Les Arcs y es una de las propiedades del grupo alpino Les Etincelles.VIAJES
En lo alto de Tignes le Lac (2.100 metros) encontramos el hotel Les Campanules, otro ejemplo de hotel familiar con vistas asombrosas al glaciar de la Grande Motte, incluso desde su piscina climatizada al aire libre. Al contrario del anterior, de diseño moderno, este cuatro estrellas (desde 93 euros/noche) es un estilo de alojamiento tradicional, hecho en madera y piedra, y con amplios espacios llenos de cómodos sofás y ambiente de montaña.
El hôtel Les Campanules.
Para quienes buscan una mayor privacidad, Les Etincelles dispone además de 25 chalets alpinos creados por el esquiador (y cuatro veces campeón del mundo de freeride) Guerlain Chicherit. El exclusivo chalet Sachette es uno de ellos. Enclavado en el corazón de Tignes les Brevieres y a dos minutos de un remonte con acceso a 300 kilómetros de pistas, el chalet puede acoger a 15 personas (desde 2.400 euros/tres días) en un maravilloso entorno.
DEL CHALET DE LUJO AL TODO INCLUIDO
La fórmula del todo incluido en los Alpes también existe y en esta tipología el pionero es el Club Med. En Val d'Isère, una de las reinas de los Alpes, su resort tiene todo un pueblo alpino. De ahí que además del mejor esquí, pueda ofrecer actividades para todas las edades. Desde talleres para niños a caminatas nocturnas por la nieve pasando por sesiones de bolos.
El 'todo incluido' Club Med Val d'Isère.
FRENTE AL CERVINO
Un hotel histórico frente a un coloso mítico de los Alpes. Viajamos a Suiza para dormir frente al Cervino. Hay multitud de hoteles en el famoso pueblo (y estación) de esquí de Zermatt, pero ninguno como el Riffelhaus 1853, al que hay que llegar bien en remonte, bien en el tren cremallera de Gornergrat, que traquetea por la nieve hasta los 3.089 metros. El hotel, con 25 habitaciones y suites, ofrece espléndidas vistas de las montañas circundantes y a su vecino más ilustre, el Matterhorn , que saluda tanto a los visitantes del restaurante como a los huéspedes del hotel, entre los que se encuentran famosos montañeros y la realeza europea. Y si los 2.548 metros de altitud del Riffelhaus no le parecen suficientes puede seguir hasta la siguiente parada del tren. El Kulmhotel Gornergrat sí es el hotel más alto de los Alpes suizos.
El histórico Riffelhaus 1853, en Zermatt, con vistas al Cervino.
UNA CABAÑA EN LA MONTAÑA
Imagínese un pueblecito de chalets de madera oculto en un bosque de abetos nevados. Esa es la estampa que dibuja Huttopia Bozel, en Vanoise, cerca del dominio de Los 3 Valles, el mayor territorio esquiable del mundo. Se trata de un modelo de alojamiento que emula un refugio tradicional en plena montaña con fácil acceso a todo un mundo de actividades de invierno más allá del esquí alpino, desde raquetas a esquí nórdico, pasando por buceo bajo el hielo y trineos con perros. Aunque con un estilo rústico, cada casita cuenta con todas las comodidades. Dispone, por ejemplo, de cocina equipada con máquina de raclette y fondue, además zona de comedor con estufa de leña y una terraza donde le espera preparado un trineo.
Los chalets de madera Huttopia.
Fuente: El Mundo