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Los hoteles de Santiago mejoran sus instalaciones para el inicio de la nueva temporada

La caída de las reservas en enero permiten afrontar obras de mantenimiento

22 de enero de 2024

Enero es el peor mes del año en cuanto a reservas de hoteles se refiere, de ahí que muchos empresarios del sector opten en Santiago por cerrar sus puertas, dar vacaciones a sus equipos y, al mismo tiempo, hacer reformas y obras de mantenimiento y conservación para poner a punto las instalaciones de cara al inicio de la nueva temporada turística. En Compostela son varios los hoteles que están enfrascados en las reformas, entre ellos, A Quinta da Auga, San Lorenzo, Costa Vella, Altair, Moure, San Francisco, Garcas y Castro. Y también son varias las pensiones y albergues de la ciudad que echaron el cierre para volver tras afrontar mejoras.

José Liñares, de los hoteles Costa Vella, Altair y Moure, está realizando obras menores de mantenimiento y conservación en el Costa Vella: «Eran muy necesarias y no se podían hacer con el hotel abierto». Apunta que «en años anteriores mantuvimos abierto uno de los pequeños, pero la realidad es que es muy complicado, y optamos por cerrar todo, dar vacaciones, hacer los trabajos necesarios y volver con las pilas cargadas», explica. Aunque el personal está de vacaciones, apunta Liñares, «al final es necesario estar pendiente de mil cosas. No solo los trabajos de mantenimiento y conservación, sino también estar al tanto de las reservas cerradas y de las futuras». En este 2024 el Costa Vella cumple 25 años desde su apertura. «Aunque se hacían obras menores, ahora necesitábamos meternos en algo más para evitar males mayores cuando el hotel está a pleno rendimiento. Todos los años se suele hacer lo que llamamos chapa y pintura, pero llega un momento en que hace falta algo más». Liñares se muestra optimista ante la próxima temporada: «En nuestro caso, al movernos con turismo extranjero, tenemos buenos datos para mayo, septiembre y octubre. El verano depende del turismo nacional, y este sigue reservando con más calma. El extranjero, lógicamente, lo hace con antelación. Es igual que cuando un nacional se desplaza fuera de España, también reserva con tiempo, pero los movimientos interiores se deciden con menos antelación».

También Luis Seoane, del hotel Castro, destaca que el 2024 se presenta «a priori, con buenos datos en reservas». Su establecimiento cerró a mediados de diciembre y no abrirá hasta el 1 de marzo para recibir a los primeros grupos de turistas, «que llegan el día 3 de marzo. Nosotros nos movemos con grupos y, sobre todo, con extranjeros y algunos de Canarias. Así que tenemos el hotel con buenos porcentajes de reservas de ocupación. Los grupos se organizan hasta con un año de antelación», detalla.


XOAN A. SOLER

Durante los dos meses y medio de cierre del establecimiento, en el Castro remataron las obras en la cubierta de las instalaciones, que ya comenzaron a realizarse el pasado año. «Ahora terminamos el tejado. Es una de las obras más importantes de las que afrontamos en los últimos años, pero hacía mucha falta». En la actualidad las reformas continúan por los baños, donde están retirando las bañeras para poner duchas. «Se hizo para modernizar las habitaciones», indica Seoane. Esta parte de los trabajos «comenzaron este año, pero son 100 habitaciones. Hay que ir poco a poco. Más o menos, ahora irá la mitad».

Luis Seoane considera que, en general, los empresarios del sector hotelero de Santiago «invierten en modernizar sus instalaciones», y es habitual emplear estos meses de caída de las reservas para estos trabajos. El hotelero coincide con Liñares en que «enero es el peor mes del año». De ahí que «se aproveche para dar descanso a las plantillas. Aunque hay que mantener abiertas las reservas y hacer algunas gestiones», explica Seoane, porque «no se puede echar el cierre totalmente».


XOAN A. SOLER


La cuarta ciudad del país en aumento de ingresos hoteleros

Santiago es la cuarta urbe de España en crecimiento de sus ingresos hoteleros procedentes de su posicionamiento como ciudad vacacional, con un 30,9 %, solo por detrás de Málaga (37,3 %), Oviedo (35,5 %) y Valencia (33,3 %). De acuerdo con el estudio de Exceltur, la asociación formada por los presidentes de las compañías turísticas españolas de mayor relieve, los ingresos de Santiago pasaron el 43,6 millones de euros en el 2019 a 57 millones en el 2023. Este porcentaje supone un crecimiento mayor que el de otras ciudades Patrimonio, como Granada (26,5 %), Toledo (21 %), Salamanca (15,4 %) y Córdoba (11,5 %).

Las tres ciudades españolas que preceden a Santiago en aumento de ingresos son destinos vacacionales de la costa, mientras que Compostela es la primera del grupo de ciudades de interior y el incremento de sus ingresos por alojamiento turístico crece, incluso, por delante de Madrid (21,5 %) y Barcelona (20 %). Según el informe de Exceltur, la mejora con respecto al 2019 -año prepandemia- está relacionado con la «concentración de los viajes de los españoles en destinos nacionales, la recuperación de las escapadas urbanas» y, entre otras causas, el tirón de los mercados de larga distancia americanos junto al avance de los asiáticos.


Retroceso de los pisos turísticos

Un dato llamativo del estudio de Exceltur es el retroceso en el número plazas en viviendas de uso turístico (VUT) en Santiago, que pasaron de 3.685 en el 2019 a 2.899 en el 2023, lo que supone un 21,3 % menos. En sus conclusiones, el informe señala que la mayor reducción de plazas en VUT se registra en las ciudades en las que el fenómeno de las viviendas de uso turístico apareció antes y con más intensidad. En estos casos, apunta, hubo «una mayor contestación ciudadana por el efecto sobre la vitalidad urbana y han contado con una mayor reacción y prioridad política para su ordenación y control».


Según la encuesta de confianza de Exceltur, los empresarios hoteleros identifican el crecimiento de las viviendas turísticas ilegales como «el principal problema del sector», por lo que reclaman una «normativa paraguas nacional que ayude a hacer cumplir las normativas autonómicas y locales vigentes».

Fuente: La Voz de Galicia