Argentina

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Hoteles de campo

2 de septiembre de 2020






La década del noventa marcó el inicio de esta modalidad al sur del Río Colorado. Antes de concluir el siglo varios extensionistas del INTA y docentes de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UBA ,entre los que se encontraba Ernesto Barrera advirtieron el valor de las estancias patagónicas como un destino exclusivo y excitante.





Fue entonces cuando un grupo de productores afectados por las cenizas del Volcán Hudson y por la caída del precio de la lana buscaron alternativas para salvaguardar sus enormes extensiones que habían heredado de sus ancestros galeses , españoles , croatas o italianos.





No tenían otra opción y sus viviendas pequeñas, coloridas y rústicas abrieron sus puertas en las provincias andinas. Las luchadoras mujeres patagónicas se transformaron prontamente en anfitrionas de lujo de turistas de todo el mundo deslumbrados por una geografía agreste y misteriosa.





Fueron ellas con sus hijos todavía pequeños las que se animaron a potenciar la experiencia y las que invitaron a participar de la cosecha en las huertas familiares y de la preparación de los platos típicos que habían recibido como legado en sus añosas cocinas de carbón. Los hombres partían al amanecer para arrear el ganado , para las yerras y para la esquila . Volvían al anochecer para sumarse a las amenas mesas compartidas





Nacía así el Agroturismo fuertemente identificado con el ecoturismo, una modalidad artesanal casi única en el mundo que brindaba a los viajeros la posibilidad de compartir experiencias cotidianas con los dueños de casa , a veces con las limitaciones de una vivienda familiar pero siempre cargadas de emociones y de aventuras.





Se conjugaba así el placer que depara un cálido entorno familiar con la posibilidad de sentir en la piel el viento altanero y frío que llegaba del Atlántico o tal vez del Pacífico.





Pronto otros productores rioplatenses impulsados por problemáticas similares transformarán también sus campos en Lugares para una estadía apasionante con todos los condimentos que propone la naturaleza en su estado más puro :cabalgatas ,caminatas bajo nevadas , paseos en sulky, jornadas interminables de pesca en los gélidos lagos patagónicos





Con el correr de los años, empresarios agropecuarios y prestadores de servicios comenzaron a replicar las vivencias en todo el país, siempre guiados por profesionales y expertos que terminaron diseñando un inédito formato vacacional que valora con igual intensidad la herencia de los pueblos que llegaron y el paisaje rural.





A uno y otro lado del Plata se desempolvaron establecimientos de campo con propuestas singulares pero con denominadores comunes que no excluían caminatas, avistaje de aves, fríos atardeceres , y por supuesto asadores improvisados en medio de la nada.





Las tranqueras se abrieron definitivamente y dieron paso a otras producciones sustentables que permitieron generar nuevos negocios y con ellos nuevos puestos de trabajo vinculados al área de la hospitalidad. La vinicultura al este, la maricultura al oeste , las artesanías en el norte y las lanas en el sur adquirieron entonces una nueva dimensión al sumar sus fortalezas a los programas turísticos que el campo facilitaba sin cesar.





La ley nacional de Turismo 25997 otorgó un fuerte impulso al sector al declarar al Turismo Rural de interés nacional y como actividad socioeconómica, estratégica , esencial para el desarrollo del país y prioritaria entre las políticas de Estado. Atrás quedan las primeras experiencias casi domésticas.





Hoy las estancias a modo de palacios se levantan airosas a uno y otro lado del Plata y exhiben con orgullo las huellas de los osados fundadores que desafiaron todos los peligros sólo con su coraje a cuestas. Por su parte el creciente deterioro de la vida urbana ha favorecido al turismo alternativo convirténdolo en una tendencia creciente en todo el mundo por los beneficios que aporta a la vida personal y a la comunitaria





En la Argentina ,la modalidad adquiere cada vez mayor diversidad, sofisticación e incluye menús sofisticados, partidos de polo, jornadas de trecking , deportes extremos y hasta el culto a santos patrones en las fiestas populares con guitarras ,danzas , empanadas de humita ,un vaso de vino o un mate bien cebado.





La llegada de un público con intereses específicos y con abundante información obliga a los propietarios de albergues rurales a incluir detalles propios de la hotelería tradicional que habían sido soslayados y que hoy no pueden obviarse.





El Turismo Rural en el nuevo milenio es también en una excelente oportunidad para los pequeños y medianos productores regionales que podrán mostrar sus cultivos emblemáticos aportando valor a los platos como a las compras de los viajeros.





El impacto económico no tardará en llegar y es por ello que los establecimientos de campo deberán incorporar atractivos que otorguen a las estadías , ya sea en el paisaje serrano o en la inmensidad de las s pampas, el calificativo de experiencias únicas e intransferibles.





Atrás quedan las primeras experiencias en pequeña escala. Las palaciegas propiedades o las más pequeñas tienen la oportunidad de exhibir con orgullo el proverbial estilo de nuestra gente de campo , abierto , sencillo. fraternal, sincero De esa conjunción , naturaleza ,confort y calidez , surgirá un modelo hotelero que continuará siendo elegido por los viajeros del mundo que no vacilarán a la hora de mencionar la Marca Argentina





El Libro de Mi Hotel , Ahora el Libro de Mi estancia registrará momentos de un ocio diferente se verá colmado de nostálgicas imágenes que los huéspedes llevarán en sus retinas. Seguramente las recomendarán en sus plataformas digitales.