Argentina

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HOTELEROS: ¿Y ahora qué? Tiempo de revancha.

13 de octubre de 2021






Hace apenas unas semanas, conversabamos con hoteleros y amigos viajeros, con inquietud respecto de las vacaciones y las escapadas turísticas. Los viajes  eran sinónimo de reclamos y limitaciones, vinculados a las restricciones para retornar al país, que eran casi tantas como para salir. Protocolos y los aforos.





Perfilamos un turista preocupado por la seguridad sanitaria, con temor a trasladarse en grandes distancias y especial atención a la hora de elegir el destino para sus próximas vacaciones.





 En síntesis, portador de tres incertidumbres: la sanitaria, la económica y la planetaria.





Los hoteles de entornos naturales (no masivos) anticipaban una buena temporada para el verano y los urbanos apostaron al alojamiento temporario (entre otras opciones) a fin de compensar la baja demanda.





La primavera (desde lo climático y lo político) cambió el contexto completamente y, junto con el levantamiento de las restricciones, llegó con empuje una segunda edición del programa Previaje y una cuota extra de incertidumbre cambiaria proyectada para fin de año.





Aquellos que pueden, se vuelcan a comprar viajes y vacaciones financiadas, principalmente a destinos turísticos cerca del mar, las sierras o las montañas. Al mismo tiempo que los hoteleros tienen que resolver cómo responder a este aumento de consultas con personal acotado, decidir si venderán en forma anticipada el verano y qué tarifa les resultaría más conveniente.





“Quieren salvar las pérdidas de la pandemia en este fin de semana largo” dicen los viajeros sorprendidos por el aumento de precios de ciertos paquetes





“Como saber si cubriré los costos” dicen algunos hoteleros intentando definir las tarifas para dentro de 3 o 4 meses.





¿Qué podemos pensar respecto de esto?





Por un lado, que las compras de REVANCHA, después de las restricciones de la pandemia efectivamente sí se cumplen, como merecida compensación por tanto padecimiento.
Por otro, que viajar está muy vinculado a la LIBERTAD y el placer.  Algo de nómades permanece en nosotros, aunque vivamos en ciudades y nuestras actividades tengan mucho de sedentarias.





Más profundamente, que la INCERTIDUMBRE respecto del futuro se ha hecho más transparente y palpable. Confiábamos en el progreso, en la ciencia y en la tecnología, como proveedores de todas las respuestas y facilitadores de cierto marco de “seguridad”. Confiábamos en las proyecciones estadísticas para darle previsibilidad al porvenir. Confiábamos en un futuro que resultó ser impredecible.





En un sentido práctico para nuestra industria, el turismo es una actividad de largo alcance. Poner en valor una marca a partir de destacar sus ATRACTIVOS DIFERENCIALES con IMPACTO, construir una reputación sólida (CONFIANZA), brindar un SERVICIO HUMANIZADO sostenido por un equipo de anfitriones flexibles, adoptar las tecnologías que faciliten las tareas repetitivas y exceder las expectativas (o hacerles descubrir nuevas) de los viajeros, son líneas de acción sostenibles.





Se trata de escuchar la música de los acontecimientos, que aun cuando cambia de ritmo, por debajo subsiste el pulso que sostiene la armonía.