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Hotelería: el mercado laboral entre lo digital y lo analógico

Nuevas oportunidades para segmentos antes marginados y la chance de adaptación para empleadores, una combinación auspiciosa.

6 de abril de 2023

Con el devenir de los años, y cuando los nativos digitales sean quienes marquen tendencia, la hotelería tal como la conocemos quienes no lo somos, cambiará enormemente. Hoy en día conviven consumidores a los que podemos llamar analógicos, junto a los digitales, por consiguiente la incorporación de la tecnología en la prestación de servicios fluctúa entre esas dos tendencias. Lo mismo sucede con el mercado laboral actual, entre jóvenes de la virtualidad y requerimientos de las empresas de presencialidad y pertenencia.

Pensar en hoteles sin empleados, o casi sin ellos, donde prima la tecnología no es futurismo, la incursión ya está sobre ruedas, hay varios casos con más o menos éxito, que han probado suerte. Pero si bien en el futuro será una tendencia y de la mano de la Inteligencia Artificial se pasará a un sistema de autogestión casi completo, que no por ello será de calidad inferior. Pero el mercado laboral del sector cambiará de forma importante. Algunas posiciones como house keeping seguirán existiendo, seguro con algunos cambios provistos por los avances tecnológicos. Pero un recepcionista o un conserje, pueden ser reemplazados con mucha facilidad, lo que pone en jaque el modelo actual.

Pero hasta tanto la IA y las preferencias de los nuevos consumidores nos deje fuera a todos, es posible analizar la actualidad, haciendo foco en los perfiles de quienes buscan trabajo en la industria, las oportunidades y los empleadores. En la actualidad la dualidad nos abre oportunidades interesantes para analizar.

Las tendencias sobre preferencias y formas de trabajo han cambiado fuertemente después de la pandemia, con una aceptación general del modelo a distancia. A su vez las nuevas generaciones ya no buscan un trabajo para toda la vida. Hoy, experimentar y pasar de un empleo a otro es un formato muy aceptado. Es una tendencia a la que el modelo tradicional de hotelería debe adecuarse. No es fácil generar sistemas de trabajo estandarizados cuando la rotación es muy alta. De hecho es una preocupación y un desafío. Pero quienes lo hacen, no se trasladan por descontento, se van y vienen en la búsqueda de experimentar. Entonces cómo hacer para aprovechar esos recursos que si bien durarán poco, nos pueden traer innovación y cambio constante para mejorar lo que ofrecemos. Ahí está uno de los puntos más complejos, el de repensar el modelo.

1- La globalización, nos ha traído la homogeneidad de estándares según el segmento. Un hotel 5 estrellas en Taipéi, en Canadá o en Buenos Aires se rige por formatos muy parecidos, por lo que si logramos que la rotación no nos afecte, sino que sume, podremos tener éxito. Para lo cual la modificación debe ser en la mentalidad de quienes conducen equipos cambiantes, en el reclutamiento a sabiendas que lo importante no es que ese empleado se quiera casar con la empresa, sino que tenga experiencia en el segmento.

2-La tecnología es una buena forma de estandarización. Reservas y sistemas de venta on line, confirmaciones de reservas, web check in, códigos QR para la obtención de información, aplicaciones para que durante la estadía se pueda pedir y solicitar lo que antes hacía en la operadora del hotel; todo eso le permite a la empresa llegar de igual forma a todos los clientes, no importa quién responde, todo está predeterminado. Puede que se pierda el contacto directo que sobre todo la hotelería boutique tiene, y el consumidor analógico requiere. Pero es un efecto secundario que se puede atender.

3- Generaciones a las que hoy les es muy difícil incorporarse al mercado laboral, mayores de 45, tienen una oportunidad en la hospitalidad. Resulta que esos valores de pertenencia y estabilidad, son muy interesantes para esta industria, sobre todo la hotelería. Y más importante aún para un segmento etario que hasta el momento tenía pocas posibilidades de reinserción. Obviamente esos aspirantes, tienen el desafío de ser muy abiertos para convivir con la juventud y la tecnología. Pero sin dudas, la coyuntura hace que sea, para ellos, una ventana de oportunidad única, que no deberían dejar pasar.

4- Frente a la falta de oportunidades para muchos, se abre una posibilidad para la industria que busca todavía, empleados que valoren la estabilidad a lo largo del tiempo, sobre todo en el Interior del país, la chance de sumar a quienes no vienen del sector de la hospitalidad, darles capacitación, formaciones y una estabilidad económica y así sumar a quienes están fuera del sistema y que seguramente haciendo bien su trabajo logren satisfacer a las dos partes.

Qué será de la hotelería en 100 años nadie lo sabe (y tampoco lo veremos), pero de seguro que los cambios en los hábitos de trabajo y de consumo irán marcando el nuevo rumbo. Mientras tanto, con creatividad irán surgiendo las alternativas adaptadas a los cambios.

Fuente: Ambito