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Algunos por el recambio generacional de las familias que los administraban, otros no pudieron sortear la crisis de la pospandemia en Rosario
22 de enero de 2024
Antiguos y a estrenar, con ocho habitaciones o con 35, en el centro o en el los barrios; las inmobiliarias de Rosario tienen actualmente publicados una docena de hoteles en venta. La mayoría son de dos y tres estrellas y están funcionando, pero recambios generacionales y dificultades para adaptar el funcionamiento del negocio a la pospandemia, entre otras cosas, llevan a sus dueños a buscar otros rumbos. En total, estos alojamientos suman más de 500 plazas.
Este lunes, La Capital publicó la historia de "El Viejo Belgranito", un hotel que abrió en 1938 en pleno barrio Belgrano y sus dueños decidieron poner a la venta el año pasado. Según explicaron desde quienes lo gerencian, la decisión de desprenderse del hotel tiene múltiples causas, la falta de interés de los más jóvenes de la familia en continuar con el negocio que heredaron de sus abuelos, pero también la crisis que atraviesan las pequeñas empresas hoteleras de la ciudad.
Concretamente, señalaron, los hoteles de menor categoría no fueron beneficiados por el repunte turístico que vive la ciudad desde hace unos diez años. "Actualmente quien viene a Rosario se aloja en un cinco o cuatro estrellas, quienes hoy gastan en turismo son las personas de mucho poder adquisitivo. De ahí para abajo no viene nadie", apuntaron.
Desde el Ente Turístico Rosario reconocieron esta dificultad. "El turismo de ocio y recreativo de los fines de semana prefiere alojamientos de tres estrellas para arriba o Apparts, ubicados cerca del centro", apunta Bruno Rearte, director ejecutivo de la oficina municipal encargada de la promoción del turismo.
De acuerdo a las estadísticas de los puestos de consulta del organismo, de las 18 mil personas que el año pasado se acercaron a consultar sobre opciones de alojamiento en la ciudad, la mayoría pidió información sobre hoteles con más de tres estrellas o por otras ofertas parahoteleras, como los edificios de apartamentos con servicios. Es más, recibieron más pedidos de hostels que de hotelería con servicios de una o dos estrellas.
"Sin duda, los hoteles de menor categoría fueron los más perjudicados en la pospandemia por el perfil de turistas que llegan a la ciudad", señala Rearte y destaca que desde el ente trabajan con la Asociación Hotelera Gastronómica en planes de reconversión de este sector del alojamiento.
Otro caso de hoteles históricos que se pusieron a la venta a fines del año pasado fue el del Viena. El emprendimiento de Ovidio Lagos al 500, levantado en los 50 como una réplica de una construcción que se encuentra en la zona del Central Park de Nueva York, empezó a ofrecerse en noviembre del año pasado.
Con 43 habitaciones y amplios espacios comunes, el albergue cerró durante la pandemia y no volvió a recibir pasajeros, a excepción de algunos viajeros que se alojaron allí para cumplir con la cuarentena obligatoria y contingentes de gendarmes que llegaron a la ciudad durante el gobierno anterior. Después no volvió a abrir sus puertas.
De acuerdo a un relevamiento realizado por este diario, actualmente las páginas de las inmobiliarias ofrecen otros diez hoteles en venta que, en total, suman unas 500 habitaciones. Ninguno de ellos supera las tres estrellas: hay hoteles boutique ubicados en el centro de la ciudad y grandes edificaciones en la zona de la Terminal de Ómnibus o cerca de la avenida de Circunvalación. La mayoría siguen trabajando normalmente.
Un sector en movimiento
Fuentes del sector hotelero advirtieron que estos cambios de mano son frecuentes dentro del rubro del alojamiento, pero reconocen que tras la pandemia y con la crisis inflacionaria de los últimos año se incrementó la oferta. "Los hoteles están siempre en venta. Por más que sean negocios familiares a los que se le tenga cariño, si viene una cadena y ofrece comprarlos, difícilmente alguien se niegue", aseguran.
Según explican, a los hoteles de dos o tres estrellas no llega el turismo de fin de semana, pero sí quienes asisten a eventos de reuniones o deportivos. "Lo eventos siempre derraman, viene gente que se aloja en Puerto Norte y también quienes van a un hostel, dan para todos. Ese movimiento se frenó después de la pandemia y tras el aumento de la inflación, porque las instituciones dudan mucho antes de comprometerse a hacer esos gastos".
Si bien el Observatorio de Turismo no publicó aún los datos referidos a los viajes de evento del año pasado, en el sector coinciden en calificarlo como un año "regular". Al menos, en lo que respecta a la ciudad "no fue un año malo, pero tampoco bueno", estiman.
"El turismo cambió, la oferta de alojamiento en la ciudad no es la misma que hace 30 años, ahora hay que salir a buscar a los pasajeros, no existe más eso de quedarse sentado, esperando que lleguen", advierten.
Uno por uno
Lo cierto es que las páginas inmobiliarias ofrecen actualmente un variado menú de emprendimientos hoteleros en venta por precios que van de los 500 mil a los 5 millones de dólares.
Sólo en la zona de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno hay tres emprendimientos publicados ubicados en un radio de pocas cuadras. En Santa Fe al 3800 se ofrece un albergue de 28 habitaciones y 30 baños, distribuidos en una superficie cubierta de 930 metros cuadrados, y una amplia cochera. En la página de las inmobiliarias se ofrece desarrollar un edificio de hasta 30 metros o la posibilidad de reconvertirlo en residencia estudiantil o geriátricos.
A metros de allí, en el pasaje Jacinto al 500, otro alojamiento colgó el cartel de venta. Tiene 16 habitaciones y cochera para seis autos. Todo en un terreno de 150 metros cuadrados y 393 metros construidos.
Y hay otro hotel de dos estrellas y 1.700 metros cuadrados cubiertos. El edificio tiene 70 habitaciones, equipadas con baño. La descripción de la inmobiliaria suma además una recepción en la planta baja, lobby y bar comedor, barra, cocina e instalaciones gastronómicas, oficina, servicios sanitarios y salón de 130 metros cuadrados más espacio libre.
En el centro y macrocentro de la ciudad hay publicados cuatro hoteles que buscan nuevos dueños. En Mendoza al 1500, un emprendimiento de casi 60 años ofrece sus 25 habitaciones, con capacidad para 70 plazas, distribuidas en un edificio de tres pisos con ascensor, recepción y bar con ingreso independiente.
No es el único. Hay otro albergue de tres estrellas con treinta habitaciones con televisión por cable, aire acondicionado, wifi, caja fuerte y baño privado, calefacción central por radiadores, estacionamiento y un bar cafetería que funciona las 24 horas.
En Zeballos al 1400 se oferta otro emprendimiento, "en la mejor zona para Hoteles de la ciudad, a metros de avenida Pellegrini". Es un edificio de valor patrimonial, refaccionado hace pocos años. La construcción tiene cuatro plantas y 13 habitaciones amplias, todas con baño privado. Además cuenta con ascensor, aire acondicionado en las habitaciones y calefacción central por radiadores en el lobby
En la planta alta de Sarmiento al 600 se ofrece un hotel boutique de tres estrellas. Emplazado en una construcción de patrimonio histórico, ya centenaria, que se encuentra totalmente restaurada. Las habitaciones tienen balcón, baño privado, TV de pantalla plana con canales vía satélite y climatizador.
En los barrios, también la oferta es abundante. A cinco cuadras del parque Independencia, en Cerrito al 1500 se publica a la venta una construcción de alquiler temporario. El edificio se construyó hace tres años, tiene planta bajo y seis pisos y doce monoambientes con baño. Posee, además, 2 cocheras en planta baja con portón automático, cuarto de lavandería equipado con lava seca ropas y ascensor. Los departamentos están equipados con con muebles y electrodomésticos, baño completo, termotanque individual, aire acondicionado frio/calor individual y balcón.
En Pichincha _uno de los centros indiscutidos de la movida nocturna de la ciudad donde, en los últimos quince años se abrieron cervecerías, bares y boliches que le cambiaron la cara al histórico barrio de casas bajas y pasado prostibulario_ está en venta el hotel de Callao al 100 que lleva 40 años en el barrio. Con dos plantas, 25 habitaciones en suite, cocheras y un servicio dos estrellas, el alojamiento cuenta con recepción, desayunador, cocina, depósito, calefacción y aire acondicionado, TV por cable y WI-FI. Hay piezas para un pasajero, pero también dobles, triples, cuádruples y quíntuples.
En el barrio de Fisherton, Eva Perón al 8600, está a la venta un hotel de 3.700 metros cuadrados, con 35 habitaciones y cocheras con capacidad para 70 autos. El emprendimiento se ofrece "a estrenar".
Y cerca del intercambiador de la autopista a Santa Fe, en el Barrio Lomas de Alberdi, se escuchan ofertas por un hotel de dos plantas, con un jardín verde y pileta de natación. Al edificio se accede por la colectora de la avenida de Circunvalación que lleva el nombre de Juan Pablo II. Según se publica, la construcción tiene 18 años de antigüedad y una superficie cubierta de 474 metros cuadrados. En la planta baja se encuentran la recepción, cuatro habitaciones y un espacio de guardado. La planta alta cuenta con otras siete habitaciones y un balcón con vista a la piscina. Todas las piezas tienen baños privados y calefacción por sistema de caldera y radiadores.
Fuente: La Capital