Hotel

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El hotel-escultura que ha revolucionado la forma de vivir Edimburgo

Su arquitectura arriesgada, sus vistas panorámicas y su atrevida hotelería le ha permito convertirse en el enfant terrible e irresistible de la ciudad escocesa.

1 de septiembre de 2025

Salta a la vista que el W Edinburgh no nació para ser un hotel más. Su vanguardista diseño lo ha convertido ya en parte destacada del skyline de la ciudad. Y dentro, la cosa no se queda atrás: innovación, lujo y bienestar inspirados en la cultura y la historia escocesas con espacios únicos en todo el Reino Unido. Haciendo una analogía con el animal nacional de Escocia, el W Edinburgh bien podría considerarse el unicornio blanco de los hoteles de la ciudad: ese ideal que destaca por su fuerza, su pureza y su elegancia. Basta con fijarse en su edificio principal. Y, aunque a ras de suelo la altura de edificio principal perece menor de la real, desde cerca el Ribbon Building impone. Esta construcción, inspirada en una cinta en movimiento que emerge de entre los adoquines de la calle como si fueran las propias entrañas de la ciudad -guiño a la tradición artística de Edimburgo y a los múltiples festivales que se celebran allí- le permite tener algo único: vistas de 360 grados sobre la ciudad... y más allá. Poder admirar la Old Town, la New Town, Calton Hill, Arthur's Seat, e incluso el mar desde su azotea es un lujo reservado para quienes lo visitan. Por esto, y mucho más, ha sido reconocido como hotel del año en los premios de la hostelería escocesa.

Escocia today


Detrás del diseño de todo el hotel está la firma del estudio británico Jestico + Whiles. También de los otros dos edificios que lo completan: James Craig Walk -un complejo de estilo georgiano datado en el siglo XVIII- y The Quarter House, de nueva construcción y conectado con el edificio principal a través de un pasadizo lleno de sorpresas. Y aún hay más porque todo el complejo está ubicado en un lugar privilegiado, en St. James Quarter, el renovado barrio de la New Town que hoy acoge algunas de las tiendas más lujosas de la ciudad.

Nada es casual tampoco en la decoración del W Edinburgh, donde la vanguardia se fusiona con la más pura tradición escocesa. De hecho, está repleto de símbolos. Su lobby es buen ejemplo de ello -aunque los mismo guiños se repiten también en el resto de zonas comunes y en las habitaciones-. La clave está en los colores escogidos -priman el azul y el naranja, estrechamente vinculados a Escocia; en los tejidos -levantando la vista en el lobby uno descubre un conjunto de tartanes 'deconstruidos'; y en los materiales: paneles de madera oscura y mostradores y barras de piedra inspirados en los tres volcanes que moldearon la ciudad de Edimburgo hace más de 340 millones de años.


SUITES PARA PERDERSE


W Suite Bedroom

Foto: W Edinburgh

Distribuidas a lo largo de los tres edificios, el hotel cuenta con hasta 244 habitaciones y suites. Todas ellas con un diseño atrevido, moderno y, en algunos casos, de una amplitud difícil de superar; especialmente en un hotel urbano. Las Signature Suites cuentan con sala de estar, espacio de bar, encimera, vestidor, dos aseos, ducha, bañera, tocador, una cama redonda extra grande y terraza con vista que abarca toda la estancia. Su penthouse ya es de otro mundo. Con 150 metros cuadrado distribuidos en dos plantas, a todo lo anterior le suma una moderna chimenea a la vista, despensa, su propia sauna privada y una ducha en su inmensa terraza. Además, decorado con obras originales del fotógrafo Jodie Mann inspiradas en el paisaje, la historia y el folclore escocés.

Y aunque nadie podría ponerle ni un solo 'pero' a las vistas desde la cama o el sofá, las plantas más altas, con las vistas de trescientos sesenta grados, son las reservadas a las zonas comunes. Un aliciente más para, aunque pueda apetecer, no caer en la tentación de quedarse todo el tiempo en la habitación.


JAPÓN, PERÚ, BRASIL... Y EDIMBURGO


Foto: W Edinburgh

La terraza del Sushisamba se mira cara a cara a Calton Hill.

Hace más de dos décadas que los restaurantes Sushisamba se han ido convirtiendo en sitio de moda allá donde han ido abriendo locales. Su concepto recoge la fusion de las cocinas japonesa, peruana y brasileña que se dio a principios del siglo veinte cuando los inmigrantes nipones emigraron a Sudamérica para trabajar las plantaciones de café. Una mezcla de sabores que comenzó conquistando a los neoyorquinos y ya cuenta con locales en Londres, Las Vegas, Doha, Dubai, Singapur, Baréin, Riad, Abu Dabi y, ahora también, Edimburgo. En la décima planta del W todos los sabores son posibles. El sushi, los ceviches y los churrascos se fusionan de tal manera que sus propuestas resultan de los más natural y, a la vez, sorprendentes. Decidirse resulta tan complicado, que que optar por su menú premium es una buenísima opción para probar sus platos más característicos, como el suave ceviche de langosta, la gyoza de wagyu, el anticucho de bacalao negro o los taquitos crujientes de cangrejo. Por supuesto, la combinación se mantiene en su larga lista de cócteles como el sake spritz, el kaffirinha o el jalisco iced tea.


Comer, cenar... o tomar el té. La cocina británica no podra faltar y se suma a la fusión al llegar el mediodía. El Afternoon Tea con champagne del Sushisamba Edinburgh es ya en uno de los más populares de la ciudad. Una variedad de pequeños bocados dulces y salados que seducen sólo con verlos en su cuidada presentación. Entre ellos, el ceviche de vieira, el tartar de wagyu A5 o el onigiri de coco. Sin renunciar, por supuesto, a los clásicos scones británicos; si va primero la mermelada o la crema, ya es cuestión de gustos.


LET'S HAVE SOME FUN!

Foto: W Edinburgh

La barra del speakeasy Joao's Place es el rincón secreto fetiche de la ciudad.

Ocurre con Sushisamba pero también con el resto de zonas comunes del hotel. El W Edinburgh fue concebido con la vocación de hacer lo más agradable posible su estancia a quienes se alojan en él, pero también como lugar de encuentro para los locales. Para sentarse en torno a una mesa y disfrutar de una agradable comida y un coctel pero también de buena música y espectáculos en directo. Desde conciertos hasta shows de stand-up, DJ's o catas de vino. El objetivo del W Edinburgh es que cualquier momento en él se convierta en una experiencia. Ya sea en su espectacular Lounge, en la inigualable azotea, o en su rincón 'secreto': Joao's Place. Este pequeño speakeasy ubicado en una esquina de la decimoprimera planta es casi como viajar al Sao Paolo más cultural y clandestino. Aquí los protagonistas son la música y los cocteles de autor en un ambiente que le ha valido ser nombrado el mejor bar de cócteles de 2025 en los premios a los mejores hoteles de Escocia.

Aunque para rincón musical, algo único en todo Reino Unido y la segunda en toda Europa. Siguiendo los pasos del W Hollywood, su hermano en Edimburgo cuenta también con una Studio Suite. Un estudio de grabación de música con un equipo valorado en más de un millón de euros y donde, aunque la discreción manda y no se pueden dar nombres, nos aseguran que ya han grabado temas artistas de sobra conocidos.


El spa que honra a los cuatro elementos

Foto: W Edinburgh

¿Momento para el relax? Que nadie lo busque porque no hay otro igual en todo el Reino Unido. El Away Spa del W Edinburgh es el único que ofrece al completo los tratamientos desarrollados en torno a los cuatro elementos: Tierra, Fuego, Mar y Aire. Cada uno de ellos se lleva a cabo en una sala suite distinta, está destinado a atender unas necesidades distintas y cuenta con una dinámica y unos elementos distintos. Entre los más especiales, el tratamiento Tierra, para equilibrar las energías de cuerpo y mente. Se lleva a cabo sobre una cama de medio palmo de profundidad rellena de arena de cuarzo caliza. De este modo, la agradable sensación sobre el cuerpo en reposo, que a ratos parece hundirse de forma natural entre los minúsculos granos, se multiplica.

Las piedras calientes de sal del Himalaya, que recorren el cuerpo durante el masaje con el fin de extraer las malas energías, son el complemente perfecto. El tratamiento en la Suite Aire favorece la desintoxicación del cuerpo; el de Agua es un viaje relajante sobre una cama de cromoterapia; y la suite Fuego es el rincón ideal para relajarse. El Spa cuenta además con tratamientos detox, masajes faciales... Y un espacio solo para uso privado bajo reserva con sauna rejuvenecedora, ducha sensorial y jacuzzi. Ah! Y el Fitness Centre es de los que dan ganas de ponerse a trabajar con sus monitores incluso a los que no quieren pisar un gimnasio ni en pintura.

Fuente: National Geographic