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Se trata de una nueva versión del hotel marino que es 100% sustentable y no produce huella de carbono
24 de octubre de 2022
Entre los sonidos más placenteros y relajantes del mundo, el del mar es uno de los más destacados. Hasta hace poco, dormir en el vaivén de la marea era una realidad limitada para marineros, pasajeros de un crucero o un barco privado. Sin embargo, los hoteles flotantes surgieron como una alternativa para que los amantes del agua disfruten alguna noche en su lugar preferido.
El desafío más grande que tienen este tipo de alojamientos es lograr que la energía provista para la habitación sea sostenible en lugar de contar, por ejemplo, con generadores de energía. Para los pioneros de las energías limpias en esta industria, la solar es una de las más elegidas.
En caso de no haber sol para captar energía, cuentan con un generador de hidrógeno de celda combustible
Pearlsuite
Es por ejemplo el caso de las cápsulas flotantes del diseñador italiano Pierpaolo Lazzarini. Se trata del proyecto Pearl Suite (Suite perla) con plataformas redondas de siete metros de diámetro y 22 m² en el interior, que por ahora están en proceso de fabricación y no hay precios publicados. Cuentan con un techo esférico con paneles solares y una parte rebatible que se puede sacar cuando los huéspedes deseen tomar sol desde el interior. Esta fuente de energía alimenta totalmente el consumo de la unidad sin producir huella de carbono, desde la iluminación hasta el sistema de aire acondicionado para refrigerar el ambiente, así como los electrodomésticos tales como la heladera y la televisión.
Sin embargo, la compañía también incursionó en un nuevo sistema en caso de que no haya mucha luz solar disponible que garantice la electricidad a bordo. Se trata de un generador de hidrógeno de celda combustible que permite la generación de energía.
Están diseñadas con un sistema estabilizador de giroscopio que las deja estáticas en el lugar elegido
Pearlsuite
Para no correr el riesgo de quedar a merced de la corriente, están diseñadas con un sistema estabilizador de giroscopio que las deja estáticas en el lugar elegido. Su motor eléctrico les permite autoposicionarse o navegar a cinco nudos de un punto a otro, en base a un sistema de posicionamiento GPS avanzado y funciones de piloto automático. Debajo de la base está el ancla y el motor para cuando se quiera transportar la habitación, además de una reserva de agua para usar en el baño y la cocina.
Pearl Suite no es el primer desarrollo arquitectónico en el agua que diseña Lazzarini. Su portfolio también muestra una suite flotante de 10x10 metros con una estética similar a una casa, dos tipos de cápsulas esféricas similares a las perlas llamadas "UFO" por su similitud con un plato volador, y una reversión de la suite flotante en forma de pirámide con varios pisos pensada para comunidades más grandes.
La competencia directa de los productos de Lazzarini son las cápsulas flotantes de Anthénea, disponibles para su compra desde los US$535.000. Estas son más espaciosas, de 50 metros cuadrados totales con capacidad para hasta 12 personas, y cuentan con una terraza para tomar sol sin necesidad de abrir la cápsula. En este caso, también usan paneles solares para producir la electricidad y cuentan con una autonomía de tres a seis días dependiendo del modelo para la electricidad y el agua caliente.
Anthénea es una suite nómada sustentabale que puede conseguirse desde los US$535.000
ANTHÉNEA