Argentina

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Colchones de hotel

26 de junio de 2015

 La rotación de colchones en un hotel

 

Para mantener la apariencia impecable de este activo, es conveniente hacer una rotación de colchones periódica. Así tendremos la seguridad de que no se vencen por un solo lado, ya que serán usados por todas sus caras.

  

El colchón sufre cuando la persona se sienta en su orilla. Esto suele ocurrir siempre en uno de los costados, el que está cerca del teléfono, o frente a la puerta de entrada a la habitación. Ello causa un hundimiento localizado que puede llegar a hacerse permanente si no se atiende. También hay que considerar el peso del cuerpo humano. La mitad superior del cuerpo pesa casi el doble que la mitad inferior.

 

La combinación de la diferencia del peso del cuerpo humano con la incidencia de la presión sobre la orilla refuerza aun más la conveniencia de que la rotación sea alternada (pies/cabeza y derecha/izquierda) y como mínimo en períodos trimestrales.

 

De acuerdo con la American Hotel & Lodging Association (AHLA), el hotel promedio gasta 550 dólares por un juego completo de cama y colchón king size, y tendrá programado reemplazarlo cada seis u ocho años.

 

 

Programa de conservación de colchones

 

Es muy importante establecer un buen sistema de conservación preventiva. Los colchones se identifican todos primero con la fecha de su puesta en servicio. Luego se marcan los meses del año en cuatro de sus esquinas, de forma que descubriendo una misma esquina de la ropa sabremos si el colchón fue volteado, y en que mes.

 

Cada trimestre, o cada mes, dentro de unos días preestablecidos, el colchón deberá presentar una esquina distinta, izquierda, derecha, cabeza, o pie. Al final del ciclo el colchón habrá dado una vuelta completa. Mejoraremos la satisfacción del cliente y prolongaremos la vida útil de los colchones. La ocupación nos indicará el ritmo más conveniente para hacer esta rotación, por períodos mensuales o trimestrales.

 

En el momento de voltear cada colchón, la camarera cuidará de aspirar las dos caras, y el canapé de base. Si observa deterioros, lo comunicará a la Supervisora.

 

Aparte de la edad, hay dos únicas razones para sustituir los colchones.

 

– Está excesivamente sucio

– Está excesivamente usado

 

Aun cuando las manchas no son agradables a la vista, su existencia no afecta a la comodidad del colchón. Son tolerables siempre que no haya otros problemas como malos olores, o deterioros. Como precaución, colocarle al colchón una funda que cubra el lado manchado. Cuando el colchón está demasiado usado, está acabado, pierde sus características, reduce su confort, se impone la sustitución.

 

En cualquier momento en que se detecte la necesidad, se procede de inmediato a sustituir los colchones averiados. Para ello es conveniente disponer de colchones extras de cada medida y tipo. Así podremos retirar los sucios o dañados de las habitaciones y reemplazarlos mientras tanto por los de reserva.

 

Como mínimo una vez al año, y previo a la elaboración del presupuesto anual de renovaciones, cada supervisora de pisos hará un control cuidadoso de los colchones en las habitaciones a su cargo. La Gobernanta hará una recopilación total de las observaciones, y revisará las situaciones excepcionales. Con ello obtendrá los datos de base sobre la cantidad de colchones a reparar y los que inevitablemente habrá que sustituir, datos necesarios para la preparación del presupuesto anual de reposición.

 

 

Las almohadas

 

Las almohadas consisten inicialmente con dos fundas. La primera, interna, fija, que mantiene la forma del relleno, más una segunda, normalmente con cierre de cremallera, y que se puede cambiar y lavar. Esta segunda debe irse rotando y cambiando periódicamente por higiene y como precaución contra posibles olores.

 

La tercera funda exterior, de la misma tela que la sábana, se cambia ineludiblemente cuando se hace la cama.

 

Las almohadas se suelen ventilar al sol una vez al mes, para airearlas. Cada vez que sea necesario, las almohadas pueden lavarse en ciclo corto, y pasarse por la secadora de la lavandería.

 

La almohada standard de hotel moderno tiene 65 cm de largo por 45 de ancho. Las mejores son las de relleno de pluma de pecho de ganso, pero algunas personas tiene alergia a las plumas. Para esos casos dispondremos de almohadas antialérgicas, con relleno de fibra sintética. También en algunos hoteles ofrecen un menú de almohadas.

 

La ropa de cama

 

Llegado un punto, la ropa de cama “se recicla” por así decirlo. Es normal que las telas de las sábanas con roturas, enganches, encogidas, con manchas, etc… sirvan como material trapos de limpieza del departamento de Housekeeping, pero en general, las sábanas, fundas de almohadas y fundas de edredón debe ser reemplazadas después de 75 a 95 lavados. Todas las camas debe aparecer nítidas, limpias y con cuidada atención.

 

Fuente: http://adf.ly/bLhEl