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Hospitalidad en el camino...

Por Roberto Salvi.

22 de abril de 2024

Una iniciativa del Diario del Hotelero.


Si tiene pensado caminar por los senderos del bosque, sierras, playas, montes o a la vera de caminos le proponemos esta receta mágica que lo llenará de alegría.

Agregar al agua que lleva para beber una bolsita de residuos, preferentemente mediana.

Inicie la caminata. Inhale...

A pocos metros de empezar, indefectiblemente, podrá encontrar: papel, papelito, tapa, tapita, bolsa, bolsita, alambre, alambrecito, cartón, cartoncito, plástico, plastiquito, madera, maderita, vidrio, vidriecito, tornillo, tornillito, algodon, algodoncito, lata, latita, botella, botellita.... y a descubrir !!

No encontrará dinero, relojes, plata u oro.

Acto seguido de estar frente a frente con algunos de los objetos del largo listado podrá sacar la bolsita y hacer el ejercicio básico y elemental de agacharse y levantar lo que encontró fuera de lugar. Repetir tantas veces como sorpresas encuentre ensuciando nuestra tierra.

Si esta práctica tiene mucha intensidad, a lo largo de su recorrido, no cambie de humor; es el rastro de la raza humana destruyendo su propio habitat.

Esta oportunidad de mejorar individual y colectivamente está en vías de ir creciendo. No se preocupe ya que parece que hay cambio de conciencia pues lo que no aprendimos por Amor ahora es por dolor.

Pasa que cuando salimos de caminata y vemos esos objetos muy desubicados, justo no llevamos donde ponerlos, por lo que finalmente no los levantamos. No debe pasar más. Salga con su asistente de recolección. Esta simpleza es profunda.

Al llegar feliz por la tarea colaborativa realizada, cerrar la bolsita y tirarla adecuadamente donde corresponde.

Un estudio de la Universidad del Universo asegura que 8 de cada 10 personas que realizaron esta práctica duermen mejor en la noche...


Continuará.