Argentina
19 de febrero de 2021
La llegada de la vacuna contra el Covid-19, hace que lo peor de la pandemia pronto pueda ser algo del pasado. 2021 será un año de recuperación y reconstrucción para la industria hotelera.
Dado que se espera que el crecimiento de la demanda de habitaciones se produzca progresivamente, los hoteleros tienen que centrar sus esfuerzos en el valor del huésped, el marketing directo y la búsqueda de ingresos más allá de la habitación. Ahora comienza la carrera para acelerar la pronta recuperación y volver a la rentabilidad
Aplicando estrategias y tácticas de Revenue Management, como los precios dinámicos y los controles de inventario, los hoteles pueden encontrar formas de aumentar el rendimiento en toda la propiedad.
El valor del huésped, en el sentido más básico, es una medida del gasto total de los huéspedes por estancia, durante un período de tiempo determinado o durante la vida del cliente.
Pero el valor es relativo; también entran en juego factores como la época del año, el día de la semana, la duración de la estancia y la frecuencia.
Las cuatro áreas clave a las que hay que dar prioridad a la hora de evaluar el valor de los huéspedes son:
Para los hoteles, las habitaciones son la fuente de ingresos más importante y rentable. Además, es relativamente fácil gestionar y medir los ingresos por habitaciones. Se pueden desglosar por segmento de mercado, tipo de huésped y otras variables, y se utilizan para orientar las decisiones de precios, promociones y negociaciones de contratos.
Para impulsar realmente el rendimiento, los hoteles deben perseguir una estrategia de ingresos totales, teniendo en cuenta todos los ingresos en la toma de decisiones, la evaluación comparativa y los planes de incentivos.
Los ingresos complementarios, que comprenden desde la comida y bebida hasta el comercio minorista y las actividades, a menudo son ignorados por los hoteleros en las decisiones clave sobre ingresos.
Esto se debe, en parte, a la dificultad de predecir cuántos ingresos auxiliares aportará un huésped o un grupo, pero también a que el personal de ventas e ingresos suele ser incentivado en función de los ingresos por habitación y no por los ingresos totales o el beneficio bruto de explotación.
Pero eso no es todo. El objetivo final es la optimización del beneficio total, que también tiene en cuenta los costes asociados a los distintos tipos de negocio. El año pasado, los hoteleros tuvieron que rebuscar para encontrar formas de operar con un flujo de caja mínimo; este año, tendrán que ser aún más creativos.
Un buen punto de partida son los costes de adquisición o de canal. En lugar de perseguir las reservas a toda costa, los hoteles tienen que volver a evaluar los costes de adquisición y trasladar los recursos a los canales más rentables.
Los costes de servicio a los clientes también deben ser objeto de análisis. Aunque algunos de estos gastos son fijos, otros, como la mano de obra y los suministros de limpieza, pueden variar significativamente según el tipo de huésped.
La habitación es una parte fundamental para los huéspedes. Los hoteles tienen que buscar la forma y estrategia para que los huéspedes se vallan satisfechos con toda la experiencia dentro del hotel, para atraerlos de nuevo, encontrar más como ellos y aumentar el gasto total.
Algunas áreas clave en las que centrarse:
Con estrategias ágiles y visión de futuro, los hoteles pueden dar grandes pasos en el camino de la recuperación en 2021, dejando atrás la crisis.