General
Por Roberto Salvi para Diario del Hotelero ( aplica en la Hospitalidad ).
21 de julio de 2025
El pasado ya pasó. Saludelo, de parte mía, si logra verlo.
Ni marcando penalizaciones por máxima velocidad esto tendría un devenir más acomodado. Lo logramos entre todos.
¿ Qué hicimos en la hotelería ?
Simplemente aplicamos el diario vivir y convivir de la realidad a este plano de servicios y experiencias.
Además se potenció con las interacciones humanas que se absorben dentro de cada establecimiento día tras día.
Tantas habitaciones por tantas plazas, de tantas personas que traen tantas cosas...
¿Qué resultado arroja la fórmula anterior ? Mucho = avasallamiento.
Exhale.... inhale.
Por supuesto que las maquinitas ( celulares y pc ) son las herramientas que generan esta saturación infinita de todos los objetos y/o servicios.
Estos han perdido su personalidad y si la tuvieron, duraron apenas unos segundos. Existirán ? Hay reflejo o es eter ?
¿Será la poesía un ejemplo para calmar la mente y detener cualquier figura que represente al tiempo ?
O tal vez la escucha recupere su propio sentido ?
¿Quién detiene esto ? Los sentidos necesitan una mano para volver al ejercicio práctico de actuación por los que fueron creados. Claro que con su formato original y en sus tiempos. No compran modernismos.
Postulamos un nuevo postulado: Es más fácil vivir las cosas del querer, que el querer un par de cosas.
La hotelería, crisol de culturas e historias, puede colaborar en un nuevo formato de interacción, contemplando y saliendo del módulo avasallamiento que parece un sinfín de obligaciones. Una recurrencia en mostrar propuestas, servicios o experiencias minuto a minuto, acelerando un vibrante y expectante calendario.
Terminemos con el Principio que nos ha regido.
Exhale.... inhale.