La creatividad es esa facultad puramente humana que nos permite encontrar soluciones novedosas, sorprendentes o, incluso, disruptivas para cualquier problema que se nos pudiera plantear. La creatividad no solo está relacionada con los campos del arte o el diseño, al contrario, se puede ser creativo en cualquier ámbito de la vida. 

Una característica de la creatividad es su capacidad de atención a los detalles (aparentemente) pequeños. Ser una persona detallista siempre es positivo. Y buscar la excelencia en esos detalles, a los que tal vez la competencia no presta demasiada atención, puede resultar clave para diferenciarse y tomar la senda del éxito. 

Nos vamos a centrar hoy en un elemento de información y promoción que, bien diseñado, nos puede aportar un gran valor a nuestra estrategia de comunicación de marca: el calendario turístico.

Destinos y establecimientos turísticos

Establecimientos turísticos y destinos son elementos simbióticos o, mejor aún, partes esenciales de un mismo cuerpo. Los establecimientos se adaptan al destino al que pertenecen y, al mismo tiempo, son parte fundamental de su desarrollo y evolución, de ahí lo de la simbiosis.

Cada destino turístico posee uno o varios elementos diferenciales que lo hacen único, y aunque comparta características similares con otros destinos, cada uno tiene su propia personalidad. 

Y esa personalidad, aquello que lo hace único, debe plasmarse en el calendario turístico. Ferias, fiestas, lugares históricos y museos, atractivos naturales, tradiciones y costumbres y el modo de interpretarlas y vivirlas, guardan las esencias de cada localidad, pueblo o ciudad.

Un modo también de diferenciarse es la creatividad a la hora de promocionarse. Un establecimiento que consiga dar una visión original y fresca de sí mismo y del destino en el que está ubicado a través de elementos de comunicación como los calendarios turísticos tendrá mucho terreno ganado en el camino hacia el éxito. 

Promocionar el destino es promocionar a los establecimientos situados en ese destino. Que los posibles visitantes cuenten con la mayor cantidad de información posible es un activo importante a la hora de tomar la decisión final. Así que, seguidamente, voy a dar algunas directrices básicas sobre cómo diseñar un calendario turístico que ayude a vender más.

Características de un calendario turístico de éxito

Antes de nada, aclararemos que los siguientes consejos son válidos para calendarios turísticos tanto impresos como digitales. Naturalmente, cada uno de ellos tiene sus propias particularidades, como es lógico. Pero los principios básicos del buen diseño y la buena comunicación son comunes a ambos formatos.

Claridad y concisión

La información tiene que transmitirse de manera clara y precisa. Aportar los datos más relevantes junto a una breve explicación del evento o el lugar a visitar puede ser más efectivo que abrumar al visitante con un exceso de información. Tampoco es cuestión de quedarse cortos y ser excesivamente parcos.

Como siempre, encontrar el punto medio es la virtud. Además, si los visitantes se sienten lo suficientemente atraídos por la propuesta, hallarán el modo de ampliar la información en los lugares adecuados. 

Diseño coherente

El calendario turístico de un destino elaborado por un establecimiento integrado en dicho destino ha de formar parte de la estrategia de comunicación del establecimiento. Y como tal debe estar totalmente alineado con la marca del establecimiento a través de un diseño coherente y fácilmente identificable. 

Diferenciación

¿Qué nos hace diferentes de otros destinos y, a su vez, de otros establecimientos de nuestro mismo destino?

Hay que tirar de creatividad, como dijimos al comienzo, y tener la capacidad de detectar esas características diferenciales y saber explotarlas. Presentarnos ante nuestros posibles visitantes mostrando nuestra personalidad, única e intransferible, con desenvoltura y naturalidad puede ser el desencadenante para generar ese plus de confianza que nos haga despuntar sobre los demás. 

Planes propios

Un calendario de eventos turísticos bien elaborado es una herramienta de comunicación muy potente. En él podemos contarle al mundo por qué somos la mejor opción para, por ejemplo, las vacaciones de verano.

Además de las efemérides turísticas del destino donde estemos ubicados, como ya hemos mencionado, también podemos incluir en él los planes específicos diseñados por el propio establecimiento para enriquecer a los del destino.

Planes tales como excursiones por los alrededores o a localidades cercanas de especial interés, paseos en barco en destinos marítimos o fluviales, planes enfocados a familias con niñas y niños pequeños, senderismo, paseos a caballo, excursiones, visitas a los restaurantes y, por ejemplo, bodegas más notables de la zona, etc.

Las posibilidades son casi infinitas. 

Papel y digital

Tanto si se realiza el calendario en una publicación impresa, siempre cuidando al máximo el acabado, como si se hace en digital —evidentemente, no son formatos incompatibles, y debemos valorar a qué cliente queremos llegar, de qué modo y con qué fin— el calendario turístico, al igual que los catálogos digitales de los hablé en este blog de Andalucía Lab, se deben plantear como una especie de tarjeta de presentación de nuestro establecimiento, como un escaparate.

Por lo tanto, debemos intentar reflejar en ellos todo aquello que queremos mostrar para generar atracción y confianza. Y no hay otra herramienta para alcanzar estas metas que el diseño gráfico profesional. Valoremos, pues, la verdadera potencia comunicativa de los calendarios turísticos y demos vía libre a nuestra creatividad.