Argentina
24 de junio de 2020
El libro de Mi Hotel deberá proponer en su página número uno un ejercicio de la imaginación dirigido a huéspedes y a hoteleros. El mismo debe invitar a un ensayo sobre la resignificación de la Hospitalidad, su categorización poco feliz como industria del ocio ,y su proximidad cada vez más necesaria a la interpretación derrideana del recibimiento.
Entiende el pensador francés que el que llega , el extranjero, invade el escenario del anfitrión, lo conmueve, lo provoca , lo interpela, hasta que ambos se transforman generando un acto de Hospitalidad que no puede dejar de ser poético.
Muy lejana en el enfoque se encuentra la mirada inevitablemente comercial de la actividad turístico hotelera que no sólo estuvo influenciada por otros paradigmas contemporáneos cercanos al Management Moderno sino que focalizó considerando al cliente como simplemente como una unidad de negocio.
Todo lo relacionado con los viajes ha pasado a ser simplemente un commodity más sujeto a la oferta y a la gratas o intrascendentes.Esta concepción se encuentra muy distante del abordaje epistemológico centrado en la persona y en su reconocimiento Se ignora al hacerlo que los eventos vinculados al uso del tiempo libre son de vieja extirpe , transversales a todas las culturas y siempre orientadas al ennoblecimiento de la vida .
Ya desde tiempos muy remotos la acogida al viajero era la ley compartida asociada a los términos de tolerancia, y solidaridad , atención y entrega , amor y trascendencia.
En el caso preciso de las vinculadas a la Hotelería se trata de vivencias pioneras en la economía de la experiencia. Es necesario recordar que una experiencia es más que la entrega de un servicio ; es la posibilidad intransferible de crear momentos memorables ,que perdurarán por siempre.
Particularmente en este mundo distópico que atravesamos es menester iluminar el concepto (hoy se habla de Enlightenes Hospitality) para internarnos en la esencia misma de una hospitalidad que remite en forma directa a una cercanía especial y sincera con las personas y con los objetos .
La distopía , concepto opuesto a la utopía , se define como la instalación en la sociedad de un enfoque negativo sustentado en la indiferencia ,la desconfianza pública o privada , la angustia , la soledad, el miedo.
En palabras de K. Booker, la crisis debe proporcionar nuevas perspectivas sobre las prácticas sociales que de otro modo podrían darse por sentado al ser considerados naturales e inevitables. Desde ese lugar la Hospitalidad bien podría considerarse como la última etapa de un proceso crítico que se debate entre la esperanza y la levedad del ser, entre la condición humana y la fragilidad existencial que entre otros aspectos legó la Modernidad
La propuesta ya en términos fácticos podría traducirse en estas ecuaciones posibles: menos formalidad, más espontaneidad; menos dogmatismo más eficiencia ; mas disposición natural ,menos dialéctica marketinera.
Pensamos en voz alta en la gran oportunidad de los de los Hoteleros como precursores en todos los escenarios de vínculos más genuinos , que no impliquen ninguna inversión adicional ,más allá de aquélla que invite a protagonizar otros retornos .
Concluimos con Derrida : cuando las palabras vuelven a tomarla iniciativa, decía Mallarmé, la vuelve a tomar también la hora...
Fuente.
Formadores AC
Irma Tribulieg.