Argentina

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¿Qué le pedimos los Millennial a un hotel?

31 de marzo de 2021






Una hoja de ruta para llegar a nuestro corazón viajero





Los Millennial somos esa generación de humanos/as que nacieron entre el 1980 y el 2000. La misma que pasó de atiborrarse de Bollycaos y Panteras Rosas a consumir compulsivamente todo lo que tuviera la etiqueta healthy. La que se crió jugando al Street Fighter y viendo Dragonball y ahora no le compraría una pistolita de plástico a sus hijos. La que pasó de colgarse durante horas al teléfono a colgarse durante todavía más horas a todos los tipos de chats que le han puesto por delante.





Exacto: estamos en constante evolución. Somos los primeros en probar lo más nuevo, y los que tienen el poder de ponerlo de moda -al menos, hasta que la Generación Z nos releve-. Somos, le pese a quien le pese, quienes estamos cambiando el mundo, y esperamos que los hoteles cambien con nosotros: esto es lo que tienen que tener para conquistarnos.





Enchufes, ¡enchufes!
No es lo más sano del mundo, pero es lo que hacemos: nos dormimos hipnotizados bajo la luz azulada del móvil (que cambiamos al modo Night Shift para conciliar mejor el sueño) . Y lo primero que hacemos al despertarnos es encender la pantalla de esta extensión de nuestros dedos, así que es entendible que necesitemos tomas de corriente a ambos lados de la cama… y unas cuantas más repartidas por la habitación, porque el iPad, el portátil, la réflex y el cargador externo no se van a cargar solos.





Nos vienen bien tanto enchufes como entradas de puerto usb… y de verdad, nos produce muchos quebraderos de cabeza que no los haya.





Un hotel que entiende esto a la perfección es Palazzo Consiglia , en La Valeta (Malta) . Situado en una antigua casa aristocrática, sus varias tomas de corriente -tanto usb como enchufes- se encuentran integradas de forma discreta al lado de la cama, y nos demuestran que ser clásico no tiene por qué estar reñido con ofrecer este tipo de facilidades.





Palazzo Consiglia demuestra que lo clásico no está reñido con lo práctico© Palazzo Consiglia





Un entorno sostenible
Es cierto que nuestra necesidad de estar conectando dispositivos constantemente no es lo más ecológico del mundo, pero ya que tenemos ese vicio, queremos contrarrestarlo haciendo lo que podamos para poder seguir habitando este planeta cuando cumplamos los 50 y tal. Sí, hoteles, agradecemos que nos deis la oportunidad de no lavar las toallas cada día, pero se puede hacer mucho más.





Por ejemplo, no utilizar pequeños botes de plástico para cada amenitie, sino un dispensador más grande y rellenable. O mejor: utilizar materiales reciclables para contenerlos, por si queremos llevárnoslos a casa. ¿Y que es eso de tirar cada pastilla de jabón, si apenas las utilizamos? Mejor donarlas a Clean The World , que las reconvierte en nuevas pastillas y las entrega sin coste a lugares donde unos mayores estándares de higiene podrían salvar vidas.





También pedimos que nos sirvan productos locales siempre que sea posible, y todavía mejor si provienen de cultivos respetuosos tanto con el medio ambiente como con sus habitantes. Todo esto, al final, redunda en menús más sanos, hechos con ingredientes de verdad. Y, ya puestos a pedir: con opción vegana, por favor.





Un hotel que entiende esto a la perfección : Los tres alojamientos de 1 Hotels están muy comprometidos con la sostenibilidad. Utilizan algodón orgánico en sus colchones, productos biodegradables y agua filtrada ; tienen varios planes de ahorro de energía y de reciclaje ; evitan los productos sintéticos como el plástico, y utilizan, en su lugar, materiales nobles como la madera; colaboran con multitud de proyectos ecológicos…





Amenities de calidad y "puros"
Si es que ya nos conocéis: nos matamos por comprar esa cera para la barba fabricada con la receta tradicional de un abuelo ucraniano que nunca ha salido de las montañas. Qué le vamos a hacer, esas tonterías nos fascinan -y estamos dispuestos a pagar por ellas-, así que ¿por qué no aprovechar nuestra estancia para presentarnos ese gel maravilloso que mañana nos muramos por tener en casa?





Mejor si está compuesto por ingredientes naturales, y muchísimo mejor si no huele a aftershave. Porque, queridos hoteleros, oler "bien" no es patrimonio exclusivo de las chicas, y ningún millennial del género masculino va a dejar de echarse vuestra crema porque no desprenda un perfume propio de macho de los años 40. Abracemos lo unisex, por favor.





Un hotel que entiende esto a la perfección : Los hoteles Electra , en Grecia, proveen a sus huéspedes con amenities de Korres , una marca de cosmética ecológica con gran apoyo en la investigación científica que proviene del país heleno (¡nos gusta que se apueste por el producto nacional !) . Sus ingredientes son hasta en un 95% naturales, y sus aromas, aptos para todos los públicos.





Originalidad y emoción
Hemos crecido con internet y las aerolíneas de bajo coste, y nos hemos pasado varias veces Pinterest e Instagram. Eso quiere decir que tenemos una cultura visual bastante desarrollada, y que, además, hemos viajado todo lo que hemos podido. Así que no, no necesitamos más hoteles clónicos, ni de los clásicos -con moquetas por todas partes, estampados que nadie en su sano juicio elegiría para su casa y cuadros que no emocionarían ni a una vaca - ni de los pretendidamente cool -con muebles tipo Ikea de los que ya estamos aburridísimos, una silla de cada color y carteles del rollo Keep calm and…-.





Lo que queremos cuando vamos a un hotel, es más, lo que necesitamos para elegir un hotel por encima de un airbnb o cualquiera de las otras opciones que tenemos, es que nos deje patidifusos. Que nos emocione, que sobresalga entre la multitud como ese chico guapísimo que de pronto parece el único habitante del bar. Hoteles del mundo, ¡ganaos nuestro swipe right !





Un hotel que entiende esto a la perfección es el 25Hours Hotel Hafencity , en Hamburgo. Veamos: ya desde que entras te sorprende con estancias gigantescas tipo loft, decoradas con piezas de diseño rotundas y atemporales. Las habitaciones son temáticas, y están ambientados en torno a personajes relacionados con el mar que forman parte del story concept del propio hotel:escalerillas de cuerda para colgar la ropa, un cabecero que recuerda al camarote de un barco y chucherías como un altavoz Bluetooth de Ultimate Ears , que, como las buenas amenities, querrás correr a comprarte.





Por si fuera poco, el 25Hours posee una alucinante colección de libros de diseño y música, un carismático restaurante en el que se sirven infinitas delicias al ritmo de Bowie, Louis Prima o Rihanna (su banda sonora es tan ecléctica como elegante) y una planta hecha sólo para disfrutar, con pinball, futbolín, Macs, fotomatón, Ataris, sofás en los que morir de gusto y una sala de vinilos con una asombrosa audioteca, que te espera para que la pinches y toquetees tanto como quieras. ¿Alguien dijo "paraíso" ?





Conectividad 100%, tanto con la comunidad internauta como con la real
Ya no nos basta con una wifi potente a la que conectarnos sin que tengamos que realizar un triple salto mortal con pirueta (yisuscraist, sólo queremos un nombre de red y un usuario, no hacernos un máster en ingeniería informática cada vez que nos apetezca mirar Facebook) . Ahora, buscamos que internet esté integrado de verdad en los hoteles, y que no sea como cuando los colegios compraron portátiles y no teníamos ni siquiera un enchufe en los que conectarlos.





Echémosle imaginación: ¿por qué no una smart tv en cada habitación, para que podamos ver Netflix en una pantalla diseñada para ver películas en lugar de en nuestro móvil? ¿Y una app del hotel que te explique qué puedes hacer en la ciudad cada día y te permita reservar hora en el spa… o comprar entradas para un espectáculo? ¿Y un staff que use las redes sociales como una forma de comunicación, y no como un mero escaparate? Nos da igual cómo lo consiga; sólo queremos un hotel consciente de que estamos en el siglo XXI.





Pero, además, queremos que nuestros hoteles tengan algo que aportar a la comunidad en la que habitan: que en sus pasillos se mezclen locales que van a cenar con turistas de la otra parte del mundo, que celebren conciertos de bandas locales, que nos cuenten historias insólitas de la zona… y, sobre todo, que se integren de forma respetuosa con su ambiente, y sí, esto quiere decir que nos gusta saber que tratan bien a sus empleados, en todos los sentidos.





Un hotel que entiende esto a la perfección es The Standard , siempre rabiosamente moderno. En su web y sus redes recoge las interacciones de los huéspedes con el staff, creando comunidad mejor que nadie. Ahora mismo tienen en su home "Mensajes raros que habéis enviado a The Standard" y un reportaje acerca de fotógrafos rompedores de Miami, localización de uno de sus alojamientos.





El primer ítem de su menú, por cierto, es 'Cultura', y bajo ese epígrafe se agrupan secciones de arte y música, con artículos sobre la escena de las áreas en las que tienen establecimientos y playlists de los propios hoteles. Además, también ofrecen originales guías de cada ciudad en la que tienen presencia, con un gran apartado dedicado a lo gastronómico.





Por si fuera poco, realizan happenings asiduamente, y son responsables de motivar el cambio a nivel nacional. Por ejemplo, colocando una cabina gratuita con línea directa al congreso de los Estados Unidos, para que cada quien lance su petición para alcanzar un mundo mejor.





Experiencias que lo cambien todo
¿Para qué viajamos? Viajamos para salir de la rutina, para aprender, para sorprendernos, para re-conocernos, para expandir nuestros horizontes, para conocer otras realidades… Pero, sobre todo, viajamos para vivir experiencias que se nos tatúen en la mente y nos acompañen hasta el final. Por eso, a un hotel no le pedimos que sea sólo un lugar en el que dormir: le pedimos que sea un lugar en el que soñar. Un espacio que nos permita experimentar lo que en el día a día es imposible. Que nos inspire a ser mejores, más felices, y que acomode a nuestros seres queridos para que podamos compartir el hallazgo ( mascotas sí , gracias) . Que suponga un antes y un después en la forma en la que vivimos y vemos el mundo.





Hay varios hoteles que entienden esto a la perfección, y lo mejor es que cada uno lo hace a su manera: El Grand Hotel Tremezzo, de Preferred Hotel & Resorts, fiel a su rancio abolengo, te traslada con mano firme y servicial a la dolce vita de las grandes divas de Hollywood; el Hotel San José pone a tu disposición las dosis de retiro necesarias y hasta una máquina de escribir para que compongas tu obra magna; El Ganzo de Preferred Hotels & Resorts , te ofrece un estudio de grabación profesional en el que podrás hacer tus pinitos como estrella del rock; Soho House te sumerge en la atmósfera de un club privado, de esos que cuentan hasta con su propia sala de cine