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Lujo privado: 7 hoteles de Argentina con habitaciones de vistas increíbles

De los valles calchaquíes al fin del mundo, una selección de alojamientos desde cuyas ventanas se accede al privilegio de paisajes deslumbrantes en forma exclusiva.

2 de febrero de 2023

ontemplar directamente el canal de Beagle, las sierras de Tandil, la inmensidad del glaciar Cagliero o la exuberancia de la selva misionera, todos paisajes para el recuerdo, es posible desde estos enclaves únicos. Según datos recientes, el 91% de la comunidad viajera argentina sostiene que un lindo paisaje natural es una de las motivaciones principales para hacer un viaje. Y más aún, el 50% admite que planea ser más indulgente con sus hábitos de gasto durante las vacaciones, para compensar los pocos destinos visitados durante los últimos años (fuente: Booking.com).

En este sentido, hay un lujo especial a tener en cuenta al viajar: el poder disfrutar en forma íntima y especial de una vista magnífica desde la propia habitación del hotel, como si fuera un espectáculo exclusivo de la naturaleza. Como si el romance con el lugar fuera aún más fuerte y seductor desde esa perspectiva privada. Así sucede en los siguientes 7 hoteles a lo largo y ancho de la Argentina.


1. El secreto mejor guardado de Bariloche

Hotel Tronador, Río Negro


Las habitaciones 36 y 37 son las más apreciadas por los huéspedes del Hotel Tronador: su altura permite ver con detalle las distintas tonalidades del lago Mascardi.

Dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, el Hotel Tronador es uno de los secretos más deslumbrantes de Bariloche. Debe su nombre al cerro homónimo, la montaña más alta del norte de la Patagonia, a la que mira directo, y además encuadra esa belleza con el lago Mascardi a sus pies. "El paisaje que rodea al hotel es considerado por muchos visitantes como un paraíso -y también por nosotros, que vivimos y disfrutamos de este lugar-", describen desde el emprendimiento.


Los cerros Bonete y Punta Negra se aprecian muy bien desde esta perspectiva.

En este edén, las habitaciones favoritas y más recomendadas son las 36 y 37 (sí, aquí se mantiene la tradición de numerarlas en vez de ponerles nombres). Estas se encuentran en el edificio Bonete, la construcción más moderna del hotel, que data de la década de 1970 (las más antiguas son de 1929).

Con vista hacia el noroeste, si bien la vegetación no permite ver al Tronador, sí se ven perfecto en la otra orilla del lago el cerro Bonete y el Punta Negra. "Además, desde la ubicación elevada de estas habitaciones se ve el lago desde más arriba, con sus colores cambiantes según el clima y la luz: verde esmeralda, verde, verde o azul lechoso cuando se mezclan las aguas del lago con las del río Manso Superior, de origen glaciar", detalla Diana Vereertbrugghen, del sector de Administración. ¿El mejor momento para volver a la habitación después de un día a pura caminata en este entorno? Al atardecer, doblemente mágico desde las alturas.


2. Vista 360° al Valle de Uco

Casa de Uco, Mendoza


Las Villas ofrecen una vista 360°: a los viñedos, a la laguna y al Cordón del Plata.

Sebastian Pani

Casa de Uco es uno de los proyectos más especiales y únicos de Mendoza. Su semilla nació en 2008, cuando Alberto y Juan Tonconogy, padre e hijo y amantes del vino y los autos deportivos, unieron ambos placeres al viajar a esta provincia para participar del Rally de las Bodegas. Con el padre arquitecto y el hijo ya metido en el mundo vitivinícola desde hace unos años, decidieron dar rienda suelta a su idea en la zona más aplaudida para hacerlo: el Valle de Uco. La premisa inicial no fue tanto un hotel como un negocio inmobiliario, en el que cada comprador podía cumplir el sueño de tener su viñedo y realizar su vino. Pero el proyecto creció y quedó de relieve la necesidad de contar con un espacio para que cualquier visitante pudiera vivir esa "vida de viñedo" tan seductora.


Además de sus 16 habitaciones en el edificio principal, Casa de Uco cuenta con tres Villas para una estadía más exclusiva.


El paisaje que rodea a Casa de Uco.

Casa de Uco - Lugares


Así nació en 2014 Casa de Uco Vineyards & Wine Resort, con 16 habitaciones en un edificio principal con vista a los viñedos y la cordillera, en el caso de las estándar al Cordón del Plata cordillerano y a la laguna en las suites. Y en 2018 se sumaron tres villas que doblan la apuesta de esta belleza, ya que no es necesario elegir dónde mirar: directamente ofrecen una vista 360° a todo el escenario natural del Valle de Uco.


3. Una ventana a los Valles Calchaquíes

Sala de Payogasta, Salta


Las suites más especiales de Sala de Payogasta están frente a la pre Cordillera de los Andes y dejan a la vista el imponente Nevado de Cachi.

Sebastian Pani / www.sebastianpani.com


No figura de inmediato entre los pueblos más obvios al visitar Salta. Sin embargo, Payogasta, a 11 kilómetros de Cachi, también tiene postales para el recuerdo. Una maravillosa es la que puede disfrutarse desde las habitaciones de Sala de Payogasta, una casona antigua reciclada emplazada en la entrada del pueblo. En el medio de los Valles Calchaquíes, abrir las ventanas de doble hoja de algunas de sus suites es sentir que las montañas están ahí nomás, en el jardín contiguo. Ubicados frente a la pre Cordillera de los Andes, estos cuartos dejan a la vista el imponente Nevado de Cachi, con su cumbre más alta, Libertador San Martín. Aquí las camas están estratégicamente ubicadas frente a estos ventanales, permitiendo una perspectiva deslumbrante de la noche a la mañana.


El patio interno de Sala de Payogasta, un clásico de la arquitectura de la zona muy bien conservado.

Sebastian Pani / www.sebastianpani.com

De arquitectura de principios del siglo XX típica de la zona, austera y encantadora en partes iguales, los cuartos de este hotel son sencillos por una justa razón: son el lienzo blanco que permite lucirse al paisaje. Sin embargo, algunos detalles amplifican la experiencia. Como su hogar a leña, que puede contrastar muy bien en noches más frescas, y sus espacios de lectura, que aportan un memorable momento de relax.


4. Privilegiado testigo del Canal de Beagle

Los Cauquenes Resort & Spa, Ushuaia


La Junior Suite ofrece una vista directa al Canal de Beagle.

Vale la pena llegar hasta el fin del mundo para disfrutar una vista así de majestuosa. Sobre la playa del Canal de Beagle y a espaldas de los picos nevados de la Cordillera de los Andes se enclava Los Cauquenes Resort & Spa, un hotel de lujo que ofrece 54 habitaciones y suites con acceso directo a una orilla privada. Entre ellas se destaca la Junior Suite, que en sus 41 mts2 posee dos ambientes conectados y un balcón propio desde el que sentarse a disfrutar la inmensidad del paisaje. Aunque también es posible pedir el desayuno al cuarto y entonces recostarse en la cama a saborear delicias y visuales por igual. Otras comodidades de esta suite son su bañadera con hidromasaje, sus amenities de L'Occitane, su cafetera Nespresso, su escritorio y su cama tamaño Queen.


El jardín de invierno es uno de los espacios comunes de Los Cauquenes donde puede disfrutarse el paisaje.

Celine Frers


Para los que no tengan la suerte de hospedarse en esta precisa habitación también será posible disfrutar de la vista al canal desde espacios como la piscina in-out, el jardín de invierno, la terraza, el spa y el gimnasio, entre otros ambientes con perspectiva privilegiada que se extienden a lo largo de todo el hotel.


5. Terraza individual a las sierras de Tandil

Ave María, Buenos Aires


Albertina, una de las habitaciones de Ave María que mira directo al jardín y las sierras.

Ave María es creación de Asunción Pereyra Iraola, quien en 1997 se animó a emprender el sueño de tener un hotel, ilusión que acunaba desde chica. Y tal como en su sueño, lo llenó de detalles únicos: edredones de plumas, camas con baldaquino, chimeneas prendidas, cortinas de plumetí español, comida casera alimentada por una huerta orgánica propia y una vista que es a la vez un remanso de paz y un asombro permanente, dada su diversidad de colores y vida natural. Bajo las sierras de Tandil, Ave María es una casona construida en 1962 con un refinado gusto francés. Una que supo ser una casa de familia, y por eso mantiene la impronta en cada habitación, bautizada con el nombre de los integrantes de la de Asunti, como la conocen todos. "Siete hermanos y mi marido, que si no le pongo la 'y' parece un hermano más", ríe ella.


La terraza individual de estas suites permite momentos únicos.

Hernan Abella


Cada uno de los cuartos ofrece un paisaje especial. Algunos miran al jardín de rosas y a los frutales, otros a los agapanthus, uno al laberinto interno diseñado con vegetación y varias a las sierras y al jardín. De estas últimas resaltan aquellas con terraza individual y salida independiente al jardín y la pileta, que permiten disfrutar desayunos y tés con vista directa al bálsamo que representa la serranía de Tandil.


6. Primera fila al glaciar en El Chaltén

Puesto Cagliero, Santa Cruz

A los pies de un glaciar, el Puesto Cagliero ofrece una visión impactante.

En ciertos lugares especialmente silvestres, el lujo está en lo más simple. Puesto Cagliero es un refugio de montaña que, como todo refugio, ofrece servicios sencillos: baños con ducha caliente, seis habitaciones cuádruples en cama cucheta para compartir, comidas regionales y un espacio de cobijo en medio de la naturaleza más agreste.

Pero todo eso palidece frente a su magnífica ubicación: está situado al pie del Glaciar Cagliero en El Chaltén, dentro de la Reserva Los Huemules. Por eso, desde sus habitaciones y espacios comunes es posible ver la inmensidad del hielo y los picos de nieves eternas.


Además, se ofrecen distintas actividades para seguir explorando la inmensidad virgen de la zona, pudiendo llegar por ejemplo a Laguna Azul, Laguna Verde y Loma del Diablo. En tanto, para llegar al privilegio natural del refugio hacen falta unas tres horas de caminata desde el Centro de Interpretación de Estancia Los Huemules, con una dificultad baja/media de sendero. Cada paso vale la pena para descansar con este paisaje.


7. En medio de la selva

Cuña Pirú, Misiones


En Cuña Pirú Lodge una de las opciones de hospedaje son dos cabañas de madera entre los árboles, a nueve metros del suelo.

Sí, al pensar en Misiones lo más común es considerar la imponencia de las Cataratas del Iguazú, pero esta provincia tiene mucho más para ofrecer. Así lo demuestra Cuña Pirú Lodge, un lodge de madera internado en una porción de selva virgen, a pocos kilómetros del Parque Provincial Salto Encantado y en la zona de Aristóbulo del Valle.


En las alturas se avistan aves, monos, estrellas brillantes y la selva más exuberante.

Jade Sivori

Veinte hectáreas ocupa el emprendimiento, en las cuales hay lugar para un arroyo y la más rica biodiversidad, pudiendo avistar aves de todos los tamaños y colores y mariposas de alas majestuosas. Y allí, en el medio de esa exuberancia, se erige el alojamiento: cuatro cabañas con 16 plazas de capacidad, construidas en madera dura y roca basáltica con diseño bio-ambiental.

Dentro de esta propuesta se destacan dos versiones de madera elevadas a nueve metros del suelo y entre las copas de los árboles, fuertemente sostenidas sobre grandes troncos, suerte de casitas del árbol deluxe. ¿Qué ver por estas ventanas a la selva? Ramas, zorzales, monos y las estrellas más brillantes. Todo para disfrutar desde sus camas tamaño Queen, su cómodo living o su deck, donde puede pedirse un exquisito room service para cerrar con moño la experiencia.

Fuente: La nación