Argentina
22 de diciembre de 2016
El valor del libro de quejas.
Durante varios años, el libro de quejas era solamente un recurso que muy pocos disponían al alcance de sus clientes. Pero, a partir de una resolución dispuesta por la legislatura porteña, el libro de quejas se convirtió en algo obligatorio para todas las dependencias públicas, negocios y servicios de atención al cliente.
La iniciativa, convertida en ley - N º 2.247 -, fue llevada a cabo por la Diputada Nacional Paula Bertol (PRO), que señaló que la idea es transformar la queja en una critica constructiva y con esto aportar al monitoreo social.
El libro de quejas debe ser otorgado por el Gobierno de la Ciudad y ser periódicamente controlado para que se haga valer la queja del cliente. Los controles estarán a cargo de las Comunas.
Aquellos que no cumplan con la reglamentación podrían ser sancionados y hasta clausurados según la ley N º 24.240 de Defensa del Consumidor y La autoridad que aplicará las sanciones será la Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor.
El libro de quejas, debe situarse en un lugar visible y con triplicado ya que una copia es para el cliente, otra para el comercio y otra para la autoridad de aplicación.
Nota: Paulo Arrigoni.