Como ya sabemos, la industria turística y hotelera se encuentran en constante cambio y adaptación a las nuevas necesidades de los viajeros. El cambio de los hábitos de viaje, la tendencia al movimiento “wanderlust”, la alta tecnología o el llamado “high-tech” dentro de las habitaciones, los nuevos usos del móvil y sus ingeniosas apps que nos van facilitando el viaje….todos estos factores están creando nuevos desafíos y, a la vez, potentes oportunidades de negocio para inversores, empresarios hoteleros, y emprendedores.

El modelo de negocio de los hoteles que pretenden innovar es sinónimo del futuro de la total digitalización de los servicios. La tecnología es el pilar fundamental al que cualquier hotelero debe hacer frente, el sector turístico debe ser cada vez más innovador, pero también, más digital. Debe adaptarse y crecer con el objeto de mejorar la experiencia de usuario.“High Tech”, concepto que mencionábamos anteriormente, alude en inglés a la alta tecnología, y tiene como prioridad funcional la aplicación de las últimas tecnologías en los hoteles, y distintas habitaciones. El hecho de contar con acceso de alta velocidad a Internet, disponer de hidro-duchas de última generación, bicicletas estáticas, centro de negocios, son algunas de las cosas que se ofrecen.

Por otro lado, los huéspedes buscan nuevos hábitos y experiencias a través de las nuevas tecnologías, lo cual está rede?niendo la experiencia del cliente en los hoteles; sistemas audiovisuales envolventes, pulseras de pago sumergibles vía bluetooth, experiencias inmersivas en 4D, el control a través de la voz de una habitación, en definitiva, el uso de la inteligencia arti?cial está provocando el cambio de la experiencia de los usuarios.

En la industria hotelera la lucha por conseguir clientes no cesa en ningún momento. Lo básico lo sabemos todos; un servicio impecable, habitaciones con todas las comodidades, wifi de calidad en todo el recinto… Pero ¿qué es lo que nos da el punto diferencial? Los hoteles más innovadores del mundo lo saben y se esfuerzan por crear propuestas diferenciales que no sólo agraden sino que enamoren.

Los hoteles se reinventan cada vez más para acercarse a las prácticas del comercio nacional e internacional. El futuro pasa por ofrecer propuestas diferenciadas, intentar dar al turista lo mejor de la cultura local. El impulso de la cultura ecológica, la búsqueda de lo natural y lo tradicional crea oportunidades para defender nuevas propuestas gastronómicas elaboradas de forma artesanal de todo tipo: quesos, chorizos, bodegas de autor, etc. Aquí el objetivo es ofrecer productos que no se puedan adquirir en ningún otro sitio y que sean autóctonos, aumentando por lo tanto, su consumo.

Las habitaciones que son una experiencia en sí mismas y que dan soluciones específicas a las necesidades de los huéspedes, junto a los gestos y pequeños detalles que tenemos con los clientes son una fuente inagotable de ideas para llegar a ellos, bien sea de forma práctica o emocional. Además debemos prestar especial atención al cuidado de la oferta complementaria del hotel, nuevas actividades unidas a la calidad de servicio; uno de los aspectos más valorados de los huéspedes.

En este modelo de negocio también deben tener cabida para los millennials, ya que se han convertido en uno de los nichos de mercado potenciales más atractivos tanto por su incremento del poder adquisitivo a medida que se incorporan al mercado laboral y porque son viajeros muy ávidos y particulares. Buscan hoteles en los que la tecnología esté muy presente y por eso, para atraer toda su atención se incluyen ciertas innovaciones como check-in a través del móvil, o autocheck-in.