Argentina

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Arquitectura; pieza clave en la personalización de proyectos hoteleros

10 de abril de 2020






A la hora de llevar a cabo una nueva idea, es importante contar con la ayuda de un buen estudio y equipo humano arquitectónico que nos ofrezca servicios exclusivos para llevar dicho proyecto al éxito. El sector de la arquitectura está precisamente muy atomizado, por eso muy pocos destacan del resto por el portfolio de sus trabajos, aunque es precisamente el sector hotelero el que ya supone una tendencia creciente, que refleja la importancia de este nicho de mercado para todos los arquitectos, tanto nacionales como internacionales.





La arquitectura siempre suma, desde siempre se ha exigido incorporar detalles que identifiquen bien una determinada la imagen corporativa del hotel. Es en relación a la decoración, a los  materiales y a los acabados cuando verdaderamente nos damos cuenta del trabajo y esfuerzo por parte de los arquitectos de dotar a cada proyecto hotelero de una personalidad propia que sitúe en mejor posición al hotel dentro de un mercado altamente competitivo.





Por otro lado el valor estético del proyecto debe coincidir con la línea de negocio que se quiera aplicar, además de con el lugar concreto donde se quiera ubicar. El compromiso con el medio ambiente, y la defensa de una arquitectura sostenible dentro del proceso de diseño y crecimiento de la construcción debe estar de acuerdo a las necesidades del mercado actual. Cada vez son más los proyectos hoteleros que están llevando a la práctica ciertas tendencias estéticas, acudiendo a arquitectos de renombre que se encargan de manera más concreta de los proyectos en desarrollo y planificación.





“La arquitectura es una cuestión de sueños y fantasías, de curvas generosas y de espacios amplios y abiertos”.
Oscar Niemeyer





TENDENCIAS ACTUALES DE LA ARQUITECTURA HOTELERA





Hace ya algunos años, el nivel de imaginación dentro de la creación de nuevos proyectos hoteleros está subiendo, dependiendo de los tipos de hotel. Las tendencias siempre están a la vanguardia de cara a los profesionales, porque al fin y al cabo las capitales de las ciudades siempre son el centro de atención de la arquitectura y del diseño. Hoy en día, se trabaja con tipos de habitaciones más abiertos, espacios más funcionales…en definitiva conceptos más cercanos que nos ayuden a compartir las mismas aficiones y estilos





Para marcar las últimas novedades en cuanto a diseño y construcción en el sector hotelero, resulta esencial conocer al viajero actual y sobretodo a la generación millennial. La tecnología y la innovación están continuamente cambiando con el objetivo de mejorar la experiencia del huésped y de ser sostenibles a la vez preocupándose activamente por el medio ambiente. Algunas de las tendencias en tecnología las podemos encontrar en las reservas móviles o en la opción de hacer el pago por medio de las redes sociales, por otro lado existen tabletas que te permiten controlar la temperatura de la habitación, la iluminación, el despertador o las cortinas sin moverte de la cama.





Otra de las tendencias que andan pisando fuerte en la arquitectura hotelera, va relacionada con la eficiencia energética que estos edificios puedan lograr. La concienciación a nivel mundial es cada vez mayor, los hoteles pretenden estar alineados al cuidado y respeto del medioambiente, fomentando la biodiversidad de la zona donde están enclavados y al mismo tiempo que los huéspedes se sientan cómodos. La ubicación también forma parte de los aspectos clave en la arquitectura hotelera, ya que se debe sacar partido de ello adecuando la relación del hotel con el entorno, para conseguir así una destacada presencia urbana.





Hoteles en espacios inimaginables como habitaciones en la cima de un árbol, bajo el mar o incluso metros bajo tierra, hacen que muchas cadenas hoteleras estén invirtiendo en arquitectura con tal de superar las expectativas de los viajeros de hoy día. En cualquier proyecto arquitectónico hotelero, es necesario saber combinar la funcionalidad y estética, captando e interpretando a su vez las necesidades de los inversores y sumando dosis de innovación en la medida que las directrices del proyecto lo permitan